En el Hospital Metropolitano de Quito se realizó ayer una cirugía bariátrica a una paciente con diabetes, de 60 años. Foto: Diego Bravo / EL COMERCIO
La operación duró dos horas en el quirófano del Hospital Metropolitano. El pasado lunes 14 de noviembre de 2016, el cirujano bariátrico Max Torres intervino a una mujer, de 60 años, con obesidad y problemas de diabetes tipo 2. Fue un baipás gástrico para controlar el exceso de peso y esa enfermedad.
La paciente estaba sedada y los galenos se encargaron de crear una bolsa estomacal pequeña, para que los alimentos se redirijan al intestino delgado. Así, su estómago necesitará menos comida y comenzará a bajar de peso. La intervención era seguida en vivo, desde una pantalla, por otros galenos en el auditorio de ese centro asistencial privado, quienes asistieron al III Simposio Internacional de Cirugía Metabólica para Diabetes tipo 2.
En esta semana se recuerda a la diabetes como una de las enfermedades que más afecta a la gente en el mundo. Ecuador no es ajeno a esa realidad, ya que las muertes por este mal se han incrementado en los últimos 18 años. Según el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), 1 896 personas fallecieron en 1997. El año pasado fueron 4 566 víctimas (ver cuadro de cifras).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la diabetes tipo 2 es la más común y representa del 85% al 90% de todos los casos. Para Jorge Salazar, médico endocrinólogo del Hospital Eugenio Espejo de Quito, esos porcentajes son iguales en Ecuador. Ese tipo de diabetes se origina por la mala alimentación, exceso de peso y la predisposición genética de los pacientes.
Él asegura que uno de los tratamientos más efectivos para tratar este problema son las cirugías bariátricas, que también ayudan a las personas con obesidad mórbida. Una cirugía de estas características tiene un costo aproximado de USD
10 000 en centros privados.
¿Cómo son esos procedimientos? Los pacientes se someten a un baipás gástrico para reducir su estómago y normalizar el control de la glucosa. Al alta hospitalaria, el 80% o 90% de personas puede prescindir de su terapia antidiabética, pero debe seguir una estricta alimentación y controles periódicos. Salazar explica que los chequeos primero deben realizarse cada 15 días, luego son mensuales. Finalmente, las revisiones semestrales requieren del apoyo de psicólogos, psiquiatras, endocrinólogos y nutricionistas.
Otro procedimiento es la manga gástrica, la cual estimula la pérdida de peso al restringir la capacidad del estómago. Sin embargo, el galeno advierte que se puede ganar peso otra vez con el efecto rebote. Se produce cuando la gente no se cuida luego de la operación. No acude a los chequeos y tampoco es cuidadosa con la comida: abusa de carbohidratos y bebidas azucaradas.
Los galenos coinciden en que la mala alimentación se produce más en las zonas urbanas. Los malos hábitos de comer entre horas de trabajo u oficina causan estragos.
Max Torres es presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Bariátrica y Metabólica. Con datos de esa organización, él asegura que en el país se realiza un promedio de 300 cirugías de ese tipo en centros privados cada año. “El 20% de casos es de personas con diabetes y obesidad. El 80% tiene únicamente exceso de peso”.
Precisa que, de los casos de pacientes que se someten al baipás, en un 5% se produjo el efecto rebote. Mientras que más del 40% vuelve a ganar peso tras la operación de la manga gástrica. Por eso, cada vez, en el caso de los doctores más experimentados, se opta más por la primera. “Sobre todo, con la orientación de resolver problemas metabólicos como la diabetes tipo 2”.
Pese a ello, del universo de intervenciones bariátricas que se realizan anualmente en el Ecuador, un 60% son de manga y 40% baipás.
El galeno explica que, generalmente, existe un promedio de cinco a seis años en el que el paciente sometido a cirugía bariátrica vuelve a ganar peso si es que no sigue las indicaciones. Así lo vivió Doménica, de 32 años, quien actualmente pesa 132 libras y se encuentra bajo tratamientos médicos para controlar su diabetes.
Ella se sometió a una cirugía de baipás gástrico luego de dar a luz a su tercer bebé, hace cuatro años, en el 2010. En ese tiempo, ella pesaba 236 libras. Como parte de su tratamiento, incluso visitó al psiquiatra.
En estos casos, explica la diabetóloga Karina Iturralde, lo
que se busca con los equipos psicológicos es controlar la ansiedad de comer del paciente, ya que existe gente que come porciones de alimentos durante el día y gana peso. En el caso de Doménica, ella consumía snacks, chocolate, pan y arroz.
Ahora, la mujer se cuida en su alimentación y no se excede en los carbohidratos. Consume proteínas y sale a caminar o hace ejercicio para cuidar su salud. Su entorno familiar le apoya para salir adelante.