Los cinco animales con la peor fama del mundo

Jaws, una película de terror sobre el tiburón blanco

Jaws, una película de terror sobre el tiburón blanco

cinco animales

La tradición popular, los cuentos, las leyendas y más recientemente el cine han colgado a muchas especies animales su particular sambenito. Desde devoradores de hombres hasta bichos "repulsivos", animales como tiburones o víboras han sido tradicionalmente temidos y odiados

Ese es el caso de cinco especies con una “mala fama” en general injusta o inmerecida, y por la que algunas han sido perseguidas hasta dejarlas al borde de la extinción.

Tiburón blanco
Uno de los mayores ejemplos de estigmatización a través del cine es el del gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), al que Steven Spielberg presentó en su afamada “Tiburón” como un sanguinario y meticuloso asesino. Sin embargo, los grandes blancos rara vez atacan a humanos, y cuando lo hacen es por un error de identificación, al confundirlo con una presa, y se retiran rápidamente. Esta especie, considerada amenazada por la Unión Internacional de la Naturaleza (UICN), es el pez depredador más grande del océano -puede medir más de seis metros- y al ser un “superdepredador” juega un importante rol ecológico controlando la abundancia de otras especies.

Jaws, una película de terror sobre el tiburón blanco

Además, no es precisamente el ser humano el que debería tener más miedo de estos escualos. Según estimaciones científicas basadas en el comercio de aletas, pescamos una media de 48 millones de tiburones -de todas las especies- al año, mientras que en 2012 doce personas murieron por ataques de tiburón en todo el mundo, según los datos del archivo de ataques de tiburón de la Universidad de Florida: una proporción de cuatro millones a uno. En aguas españolas y el mar Mediterráneo también hay tiburones blancos -cada vez más amenazados- y el último caso documentado de ataque mortal se produjo en 1989 en la costas italianas.

Murciélagos
Aunque muchos mitos y leyendas, como el “Drácula” de Bram Stoker, han dado a estos mamíferos alados la imagen de vampiros chupadores de sangre, lo cierto es que de las 1.130 especies de murciélagos descritas, sólo tres se alimentan de sangre. Pero estos mamíferos alados están muy lejos de ser enemigos del ser humano.

Promocional de la película Cazador de Vampiros

Entre los beneficios que producen está el ser voraces depredadores de mosquitos: se calcula que los murciélagos de la mayor colonia urbana del mundo, que está en Austin (Texas) y alberga más de un millón de ellos, devoran 15 toneladas de insectos cada noche. También juegan un importante papel ecológico como polinizadores y dispersores de semillas en zonas degradadas de bosque tropical, e incluso los murciélagos que se alimentan de sangre, como el vampiro común (Desmodus rotundus), aportan grandes beneficios, pues están contribuyendo a la investigación sobre anticoagulantes.

Víboras
La mala fama de estos ofidios, de la familia viperidae, es de sobra conocida: denostadas hasta en el diccionario de la Real Academia Española, que define la palabra “víbora”, en su segunda acepción, como “persona con malas intenciones.” A pesar de la imagen tradicional que se tiene de ellas -seres innobles, incluso perversos- las víboras son animales poco amenazantes, esquivos, que huyen ante la presencia humana, y que sólo atacarán en caso de sentirse amenazadas, como medio de defensa. Las tres especies de víboras presentes en la Península Ibérica -la Hocicuda (Vipera Latasti), la Aspid (Vipera Aspis) y la Común o Europea (Vipera Berus Seonaei)- son venenosas, pero muy rara vez su picadura acarrea consecuencias graves mientras se busque asistencia médica con rapidez.

El lobo ibérico (Canis lupus signatus).
La especie más conflictiva de todas las que pueblan nuestros campos, sigue despertando pasiones y un gran rechazo social en el mundo rural. Considerada tradicionalmente una alimaña a exterminar, hasta el siglo XIX se distribuían por toda la Península Ibérica, pero su persecución sistemática dejó a la especie devastada, con su punto mínimo en los años 70 del siglo XX, acantonada en varios reductos del noroeste y Sierra Morena, en Andalucía.

Sobre los lobos se han construido personajes míticos

Gracias al trabajo de, entre otros, el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, que a través de sus documentales cambió esa imagen del “lobo feroz” propagada por cuentos y leyendas populares y consiguió convencer sobre su importancia en la naturaleza, el lobo ibérico se libró de la extinción. Desde entonces ha ido recuperando sus antiguos territorios, pero aún así, el “fantasma” del lobo sigue vivo en el mundo rural y muchos pastores y ganaderos aún lo consideran un enemigo que debe ser controlado, cuando no exterminado, por los daños que ocasiona entre el ganado.

Los cuervos
Su imagen de ave “de mal agüero” quedó grabada en la historia de la literatura universal con el más aclamado poema de Edgard Allan Poe, en el que actuaba como un mensajero sobrenatural: “Aún con tu cresta cercenada y mocha -le dije-, no serás un cobarde, hórrido cuervo vetusto y amenazador, evadido de la ribera nocturna”. Las supersticiones populares asocian a los cuervos -y a la familia de los córvidos- con los malos augurios y con la muerte, haciéndolos temidos y respetados, aunque en muchas culturas antiguas, como la nórdica, eran venerados como símbolos espirituales.

El Cuervo novela de Allan Poe

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