La contaminación en Beijing, capital de China, es una de las más altas en el mundo. Foto: Wikicommons
China el país que más gases de efecto invernadero emite (10,975.50 MtCO2e en el 2012) según el World Resources Institute, prometió reducir sus emisiones provenientes de plantas de carbón en un 60% para el 2020. Así lo anunció el gobierno chino el pasado 2 de noviembre durante la Conferencia Mundial del Clima en París (COP21).
Esta iniciativa ayudará a ahorrar 100 millones de toneladas de carbón y prevenir la descarga de alrededor de 180 millones de toneladas de CO2 cada año, según la Agencia de Prensa China.
Además, según esta misma fuente, China aseguró que para el 2020 cerrará todas las plantas que no cumplan con un estándar de ahorro de energía.
Un día antes que el gobierno anunciara este compromiso, en Pekín las personas vivían el episodio de polución atmosférica más grave de la historia que fue causado especialmente por quemar demasiado carbono para producir energía.
El índice del nivel de contaminación de la embajada de Estados Unidos en Pekín indicaba una densidad de 621 partículas finas por metro cúbico de aire. Este valor es 24 veces más que el máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud. Aún así, ayer el cielo de la ciudad volvió a ser azul. El viento se llevó la neblina gris que inundó la capital china en los pasados días.
Sin embargo, el gigante asiático, aún tiene mucho por hacer para dejar de producir energía con combustible fósil: más del 70% de su electricidad es generada por la quema de carbono.
China, que además de ser el mayor contaminante del mundo es también el que más carbón utiliza y produce, reconoció que en los últimos años subestimó su consumo y quemo cientos de miles de toneladas más de lo que inicialmente había anunciado.