Carlos Grijalva dirige el proyecto EnClave desde el 2016 como un espacio de vinculación entre la cultura y la música. Foto: Archivo EL COMERCIO
Carlos Grijalva es un viajero atípico, de esos que se confiesa apasionado por la cultura de su país natal, pero que además de fotografías y recuerdos, también colecciona sonidos de los lugares que ha visitado. Al igual que las imágenes, el artista e investigador ecuatoriano ha recopilado esas melodías en su nuevo álbum titulado ‘Viaje ecuatoriano’.
Grijalva presenta el sexto disco de su carrera, después de seis años de su último trabajo discográfico ‘Reflejos’ (2012). Lo hará con un concierto en la Fundación Filarmónica Casa de la Música, este martes 30 de octubre de 2018, a las 20:00.
El disco es el resultado de dos años de trabajo, como parte de un proyecto denominado EnClave. En ese tiempo, el artista ha emprendido una serie de viajes, que lo han puesto en contacto con artistas, gestores culturales, comunidades, fiestas tradicionales y otras expresiones culturales, en distintos puntos de la Sierra y la Costa.
“La idea era ir a descubrir este otro Ecuador sonoro, que ofrece un mapa completamente distinto, cuando nos damos tiempo de visitar las diferentes culturas del país”, dice el artista sobre las distintas visiones estéticas, narrativas y semánticas de la música ecuatoriana que descubrió en el viaje.
Grijalva agregó a su equipaje el repertorio de compositores de gran talento, pero que han recibido poco reconocimiento, así como temas de un cancionero más tradicional.
En ese conjunto aparecen canciones como El Tronquero, tema montubio de Arístides Piedrahíta, o Canchimalero, de Karina Clavijo sobre una celebración en honor a San Martín de Porres, que se realiza en esa comunidad esmeraldeña.
El álbum también incluye canciones como De dónde vengo, de Álex Alvear, y el pasillo El abrazo, que es parte de la película ‘Sin muertos no hay Carnaval’, del director Sebastián Cordero.
El camino también inspiró algunas composiciones y arreglos musicales propios. Su talento se puede apreciar en la letra y música de temas como el albazo Quiteños, en el que traza un perfil musical de la identidad capitalina, y el sanjuanito A octavas, en honor a las fiestas de Cayambe. También pone música a un pasillo compuesto por Julio Andrade.
La síntesis de ese trabajo se refleja en las 11 canciones que son parte del disco y “que plantean una primera fotografía de la música ecuatoriana”, dice.
Grijalva hace de este disco una obra de sonidos refinados, que no pierde sus fibras sensibles y en el que se rescata la presencia de instrumentos tradicionales como el bandolín.
De esa experiencia, Grijalva está convencido de que la diversidad es el hilo conductor de la identidad musical ecuatoriana. Para el artista, el viaje apenas comienza y su objetivo “no es solo hacer más kilómetros, sino hacer más comprensiones y poder reconocer más culturas y formas de ver el mundo que existen en este país, desde lo musical”.
Para la presentación del disco, Grijalva contará con el apoyo de artistas como Karina Clavijo, Tato Mora, Matías Alvear, Paúl Marcillo y David Tamayo, además de invitados especiales como Nelson Maldonado y Julio Andrade.