El calentamiento redujo el hábitat del oso polar

Imagen de una osa polar desnutrida en el Ártico. La foto fue tomada por la científica alemana Kerstin Langenberger.

Imagen de una osa polar desnutrida en el Ártico. La foto fue tomada por la científica alemana Kerstin Langenberger.

Imagen de una osa polar desnutrida en el Ártico. La foto fue tomada por la científica alemana Kerstin Langenberger.

Una de las imágenes que recorrió el mundo, en el 2015, perteneció a la fotógrafa alemana Kerstin Langenberger. Ella capturó el semblante de una osa polar desnutrida en el Ártico por los efectos del cambio climático, una de las mayores causas de la desaparición de esta especie.

La imagen se viralizó rápidamente y superó, en una semana, los 13 000 ‘me gusta’ y fue compartida 26 000 veces. La fotografía tenía una leyenda de concientización sobre el calentamiento global.

Langenberger escribió: “Veo los glaciares partirse, retirándose docenas o cientos de metros cada año. Veo cómo el casquete polar desaparece a una velocidad récord. Sí, he visto osos en buena forma, pero también he encontrado otros hambrientos y hasta muertos”.

El oso polar, desde el 2008, fue incluido en la lista de los animales en peligro de extinción. Esto debido a razones como la caza sin control realizada por el hombre o por el cambio climático. Este último poco a poco destruye el hábitat del oso, ya que se está derritiendo el hielo y se reduce su hogar. La situación obliga a la especie a retroceder a tierra firme.

Al respecto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó, el 17 de febrero, que el aumento de la temperatura continúa en ascenso y que el Ártico registra una disminución considerable en su volumen de hielo.

Imagen tomada por la científica alemana Kerstin Langenberger.

En el mundo se estima que existen entre 22 000 y 31 000 osos polares. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza advirtió, en un informe presentado en el 2015, que en los próximos 40 años la población de esta especie disminuirá en un 30% debido a la pérdida de su hábitat. Como hay menos hielo, el oso debe nadar más tiempo para buscar tierra firme y así dedica menos tiempo a cazar.

Los osos están ubicados en el hemisferio norte de la Tierra, en Alaska, Canadá, Groenlandia, Dinamarca, Noruega, Rusia e Islandia. Solo dos países prohíben la caza de esta especie: Rusia y Noruega. En Canadá, por su parte, solo se permite la caza a los Inuit (pueblos esquimales) en cierto número. En este país se encuentra la mayor cantidad de osos (un 60-80% de la población).

Además de estos lugares existen zoológicos que tienen en cautiverio a este animal. El caso más sonado, en el 2016, fue Pizza, considerado el oso polar más triste del mundo. A este animal lo tuvieron en un centro comercial que abrió un pequeño zoológico en Pekín.

Los ciudadanos en China protestaron para que a esta especie se la conservara en un mejor lugar, ya que su salud se deterioraba con el paso de los días por la carencia de luz natural y aire fresco, además de la falta de cuidados adecuados. Expertos determinaron que el oso Pizza presentaba un cuadro de estrés y depresión.

Como este caso, existen varios especímenes que mueren o reciben maltratos. Por eso la organización Polar Bears International designó el 27 de febrero como el Día Internacional del Oso Polar.

El objetivo es crear conciencia sobre el estado de conservación de esta especie.

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