Dos elefantes que se espera que sobrevivan después de caer en la cascada Haew Narok en el Parque Nacional Khao Yai, provincia de Prachin Buri, Tailandia, 05 Octubre de 2019. Foto: EFE
Guardabosques tailandeses intentan este lunes 7 de octubre de 2019 recuperar los cadáveres de seis elefantes, que murieron el sábado 5 de octubre de 2019 al caer por una cascada, mientras lograron que otros dos miembros de la misma manada regresaran a la jungla.
Los operarios desplegaron una gigantesca red trenzada con cuerdas en un punto del curso del río por debajo de donde actualmente se encuentran los cuerpos sin vida de los animales para recogerlos cuando lleguen hasta allí.
“Ahora hay que esperar a que la corriente arrastre los cuerpos hasta la red, lo que puede tomar entre 4 o 5 días o incluso menos si llueve mucho”, apuntó Witthaya Hongwiangchan, director de Áreas Protegidas de la provincia de Prachinburi, donde tuvo lugar el incidente.
El funcionario tailandés apunta que cerca del dispositivo preparado para el rescate hay un amplio terreno donde está previsto celebrar un ritual religioso y cremar los cadáveres de los paquidermos.
Los seis elefantes salvajes, uno de los cuales era una cría de tres años, se despeñaron en la madrugada del sábado 5 de octubre por la catarata Haew Narok, de unos 80 metros de altura y cuya traducción al español sería “el abismo del infierno”.
Seis elefantes murieron después de caer en la cascada, dos elefantes sobrevivieron, dijo el funcionario del parque nacional. Foto: EFE
Otros dos miembros de la misma manada (de 15 y 35 años) quedaron atrapados en el desfiladero, pero gracias a la labor de guardabosques y veterinarios pudieron regresar esta madrugada a su hábitat.
En 1992 en el mismo paraje tuvo lugar un incidente similar en el que perdieron la vida ocho elefantes, recordó Witthaya.
Según agrupaciones de protección animal, unos 3 000 elefantes salvajes viven en la actualidad en los bosques de Tailandia amenazados por la creciente deforestación, en comparación con los 300 000 paquidermos que poblaban el país hace más de un siglo.
Antiguamente miles de elefantes eran usados en la industria maderera, pero cuando la actividad se prohibió en 1989 los paquidermos comenzaron a ser exhibidos en las calles para pedir limosna y utilizados en espectáculos destinados al turismo.