Cada año, en el país se diagnostican 10 200 casos de cáncer de seno. De ese número, más de 4 000 mujeres pierden la vida como consecuencia de esta enfermedad, lo que equivale al 39% de pacientes.
Quito, es la ciudad con mayor incidencia de esta patología, ya que 8 de cada 100 pacientes diagnosticadas residen aquí.
Los datos los expuso Ana Lucía López, directora del área de ginecología del Dispensario de El Batán del IESS. Esas cifras “alarmantes” se incluyen en las charlas informativas que realiza la Dirección Provincial de Pichincha como parte de la campaña de prevención del cáncer de mama.
El autoexámen y la detección temprana de la enfermedad, permiten que se alcance hasta un 96% de probabilidades de curación, aseguró la experta.
Alguien que puede dar fe de las ventajas de la evaluación personal es Silvana Arboleda, a quien le diagnosticaron cáncer de mama hace dos años. “Fue la peor noticia del mundo”, recordó, mientras iniciaba su sesión de terapia psicológica en la Fundación Cepreme, al norte del Distrito Metropolitano.
Al realizarse su examen manual, Arboleda notó que en un seno tenía unas formaciones inusuales. Con la mamografía, se confirmó el diagnóstico y a partir de ahí empezó una ardua lucha por su vida. Luego de 16 sesiones de quimioterapia, 30 de radioterapia y una cirugía, los galenos le confirmaron que la enfermedad desapareció.
“Los últimos exámenes arrojaron que ya no había nódulos, pero aún tengo que tomar medicación durante tres años y medio”, comentó.
Andrea Encalada, presidenta de Cepreme, también conoce de cerca lo que significa tener un familiar con cáncer de seno.
Por eso conformó, hace seis años, la fundación que busca concienciar a la población sobre la importancia de las acciones preventivas para combatir esta enfermedad. “Cada mujer debe conocer su cuerpo y notar si algo no está bien tocándose”.
El autoexamen debe hacerse cada mes, para descartar posibles cambios o anomalías como nódulos, hendiduras, decoloraciones en la piel o presencia de secreción en los pezones.
Luego de ese primer acercamiento, el único método para comprobar que existe calcificación y presencia del cáncer es la mamografía. El costo de este examen en Quito bordea los USD 100, pero las mujeres que reciben ayuda y atención psicológica en Cepreme cuentan con un 50% de descuento en los sitios donde se realiza la muestra.
La doctora López, además, recomienda que las mujeres que sobrepasan los 40 años se realicen al menos una vez por año este examen como parte de la prevención. “Los factores de riesgo se incrementan en mujeres de más de 40 años”.
A criterio de Encalada, los hombres del hogar también pueden colaborar con la prevención, motivando a las mujeres de su entorno para que se realicen el chequeo mensual.
Durante esta semana y hasta finales de octubre, la Dirección Provincial de Pichincha del IESS continuará con las charlas y exámenes manuales gratuitos en los dispensarios de Cotocollao, Sur Occidental, Chimbacalle, el Hospital del Día de Sangolquí y el Hospital San Francisco.
Para el 19 de octubre, Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Mama, se realizará una coronación simbólica del Cotopaxi, en donde se colocará una bandera con las firmas de las mujeres que reciben el apoyo de Cepreme. Entre ellas, Cristina Quintero, de 38 años, quien fue diagnosticada de cáncer hace un lustro: “Estoy viva gracias al autoexamen”.
Ese mismo día, en la Cruz del Papa de La Carolina, habrá una jornada de charlas y chequeos gratuitos de 09:00 a 13:00.