Augsburgo dejó huella en Quito

‘De Augsburgo a Quito’ es la muestra temporal de la iglesia La Compañía (García Moreno y Sucre) que exhibe más de 30 pinturas y reproducciones inspiradas en grabados del s. XVIII. Foto: Armando Prado/ El Comercio

‘De Augsburgo a Quito’ es la muestra temporal de la iglesia La Compañía (García Moreno y Sucre) que exhibe más de 30 pinturas y reproducciones inspiradas en grabados del s. XVIII. Foto: Armando Prado/ El Comercio

‘De Augsburgo a Quito’ es la muestra temporal de la iglesia La Compañía (García Moreno y Sucre) que exhibe más de 30 pinturas y reproducciones inspiradas en grabados del s. XVIII. Foto: Armando Prado/ El Comercio

Tras un sinuoso y desconocido trayecto, los grabados originales que inspiraron a gran parte de la Escuela Quiteña fueron hallados en museos de Europa y en algunos museos de Quito.

En el aniversario 200 de la restauración de La Compañía de Jesús, como orden religiosa, se decidió que pinturas y grabados que pertenecían a los jesuitas regresaran momentáneamente a su sitio original.

‘De Augsburgo a Quito’ es la muestra temporal de la iglesia La Compañía (García Moreno y Sucre) que exhibe más de 30 pinturas y reproducciones inspiradas en grabados del s. XVIII.

La mayoría de las piezas pertenecen a museos y colecciones de Augsburgo (Alemania). En la época, instituciones educativas impartían clases con grabados realizados por artistas educados por jesuitas. De ahí que un buen número haya llegado a Quito.

No obstante, lo más decisivo para su arribo fue la facilidad, el costo económico al transportarlos y que se pudieron reproducir; lo que permitía mayor circulación.

En un inicio, las piezas fueron conocidas como pliegos de tesis debido a su uso académico para defender trabajos de graduación. Ubicar y conocer el origen y la obra derivada de los grabados es parte de un largo proceso de investigación del docente y lingüista Almerindo Ojeda.

Con él, además, está un equipo de museógrafos, fotógrafos y arquitectos restauradores entre los que cuentan el fotógrafo Christoph Hirtz y los arquitectos restauradores Luis Subía, Diego Santander y Alfonso Ortiz Crespo, cronista de la ciudad.

Si bien algunos grabados están en Augsburgo, otros pertenecen a centros como el Museo Nacional del Ministerio de Cultura o el Museo de la CCE y de conventos como San Francisco.

Subía menciona que los artistas quiteños de la Audiencia no se ceñían a realizar copias fieles, eso se evidencia al observar con atención el estilo de sus trazos –de influencia rococó alemana–, el volumen y la iluminación distintos de los originales. Para la época, estas eran innovaciones.

Los motivos más frecuentes en las todas las piezas se relacionan con temas propios de la orden jesuita, como la figura del Corazón de Jesús.

La muestra estará hasta el 30 de octubre en La Compañía, y posterior a su cierre se prevé la publicación de un catálogo didáctico con los grabados y pinturas de la exposición.

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