Juan Manuel Carrión, en su taller, ubicado en Cumbayá, se dedica a ilustrar a las aves del país. La mayoría de sus dibujos a color son realizados con acrílico, ya que lo considera más versátil que otros materiales. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
La ciencia y el arte se unen en favor de la conservación de las especies. A través de libros, cuadros y afiches con dibujos de flora y fauna, ilustradores en Ecuador buscan fomentar un contacto más cercano entre las personas y la naturaleza.
El reto de estos artistas está en captar todos los detalles de animales y plantas para replicarlo en sus obras. Con la ayuda de diferentes pinceles, acrílicos, lápices o acuarelas, los ilustradores científicos y naturalistas pueden pasar todo un día observando y dibujando a un espécimen en su taller.
“Lo que se busca es una representación lo más apegada a la realidad”, dice Juan Manuel Carrión, quien se dedica a dibujar desde hace 35 años. Este ornitólogo se interesó por esta práctica cuando publicó su primer libro sobre las aves del país. Desde ese momento fue perfeccionando su arte y ahora cuenta con más de 35 afiches.
Una iguana y un piquero patas azules, dibujo de Juan Manuel Carrión. Ilustración: Cortesía
La ilustración científica era la herramienta de difusión de exploradores como Hum-boldt o Darwin, dice Carrión, y en la actualidad es una práctica que cada vez está tomando más fuerza.
Noemí Cevallos es una de las personas que se encarga de la difusión de la ilustración científica en la actualidad. Desde hace 12 años descubrió su pasión cuando su profesor de botánica le puso como castigo ilustrar 20 plantas. Al ver el resultado, la contrataron para que realizara su primer libro.
Noemí Cevallos imparte talleres sobre ilustración de la naturaleza, a través de su iniciativa Picturatus. Para conocer más sobre su trabajo se puede visitar la página de Facebook o Instagram de Picturatus. Foto: Vicentes Costales / EL COMERCIO
El dibujo de una rana hecho por Noemí Cevallos. Ilustración: Cortesía
Cevallos decidió perfeccionar su arte y obtuvo una beca para un curso en México. Desde hace cuatro años ofrece talleres para quienes estén interesados en aprender más sobre el dibujo de naturaleza.
Soledad Zurita, por ejemplo, no estudió biología y ahora se dedica a ilustrar especies con fines educativos. Esta ingeniera comercial tuvo un acercamiento con este arte en su primer trabajo en una fundación. Desde ahí, su intención ha sido que sus dibujos motiven a las personas a conocer más de la flora y fauna y así la conserven.
Soledad Zurita, ilustradora que se dedica a dibujar flora y fauna en su taller ubicado en Tumbaco. Allí, trabaja con una diversidad de información para poder lograr dibujos lo más cercanos a la realidad. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
La fauna de Ecuador es parte del trabajo que realiza Soledad Zurita. Ilustración: Cortesía