Arqueólogos van tras la pista de los cazadores recolectores del Ecuador

Angelo Constantine, investigador de cazadores recolectores, en una excavación (Quito)

Angelo Constantine, investigador de cazadores recolectores, en una excavación (Quito)

Angelo Constantine, investigador de cazadores recolectores, en una excavación (Quito). Foto: Cortesía CONAH

Vivieron en las tres regiones del Ecuador continental explotando ecosistemas como el bosque, el páramo, la selva lluviosa y la franja costera. Usaron puntas de proyectil en la Sierra y hachas en las tierras bajas occidentales.

Los cazadores recolectores, primeros pobladores del país, vivieron en Ecuador desde hace 10 000 años y extienden su supervivencia hasta nuestros días. El precerámico (10 000
a. C. al 3 600 a. C.), un período poco estudiado por los arqueólogos, es una de las materias pendientes de la investigación, según Angelo Constantine, magíster en arqueología.

El docente de la Corporación Nacional de Arqueología, Antropología e Historia (Conah-Espol) ofreció una conferencia con nuevas evidencias, titulada ‘Los cazadores recolectores en el Ecuador continental’, que pone en evidencia que el Ecuador continental estuvo poblado por sociedades cazadoras recolectoras que aprovecharon los ecosistemas, donde confeccionaron artefactos de piedra para la caza.

Hasta ahora se conocía que los cazadores de Santa Elena habían desarrollado el cultivo y que las sociedades de los Andes se dedicaron a la caza. Sin embargo, análisis especializados confirman la presencia del maíz de unos 9 000 años antes del presente. Los restos culturales y la evidencia paleobotánica recuperada nos permiten indicar que estos grupos intensificaron el uso de especies vegetales, obteniendo plantas comestibles y diversificación de la tecnología lítica”, explica el investigador.

El uso de esa tecnología pudo relacionarse con la presencia simultánea de grupos humanos diferentes de cazadores recolectores durante el poblamiento. El investigador abre la posibilidad del trueque.

Constantine volvió en 2012 a los páramos de Cubilán (Azuay), 30 años después de la primera expedición, y encontró lascas y hachas de piedra de 8 078 a 7 959 años antes del presente. Tras un análisis, en las herramientas se encontraron rastros de almidones de maíz, ñame, ají y mandioca, lo que sitúa a esas comunidades como horticultores a 3 200 metros de altura, antes de que apareciera la agricultura extensiva.

Siempre nos dijeron que la domesticación y la dispersión temprana de plantas en el noroeste de Sudamérica se produjo en las zonas bajas, principalmente costeras de Ecuador y el piedemonte de Colombia”.

La nueva evidencia plantea que esas zonas están lejos de ser las únicas implicadas en estos eventos tempranos de la escala hemisférica. Eso permite ampliar y repensar el modelo de subsistencia de los cazadores recolectores, que vivían de la caza y la recolección de frutas.

En los últimos 30 años, el tema del poblamiento inicial en el actual territorio ecuatoriano ha sido abordado en cuatro sitios arqueológicos: Las Vegas (Costa externa, Santa Elena); El Inga (Sierra Norte, Pichincha); y Chobshi y Cubilán (Sierra Sur, Azuay). La evidencia de presencia de recolectores ha sido comprobada en cinco nuevos sitios: Guaguacanoayacu (río Napo, Amazonía); Montequinto, Las Mercedes y Los Naranjos (río Esmeraldas). Y en el sitio Gran Cacao, en la cuenca alta del Guayas, llanura aluvial del Baba.

Un 4% de los artículos encontrados en Gran Cacao y Guaguacanoayacu y el 2% en la cuenca del río Esmeraldas corresponden a materia foránea -artefactos de piedra, golpeadores, hachas talladas, lascas de filo vivo en rocas criptocristalinas (obsidiana o vidrio volcánico)-. Ello apuntala la teoría de un posible intercambio entre los primeros pobladores de este territorio.

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