Irene Torres: ‘Los estudiantes necesitan comida fresca y variada’

Irene Torres es especialista en educación y salud. Miembro de Octaedro,  asociada a Aarhus University.

Irene Torres es especialista en educación y salud. Miembro de Octaedro, asociada a Aarhus University.

Irene Torres es especialista en educación y salud. Miembro de Octaedro, asociada a Aarhus University. Foto: Cortesía Irene Torres

Más de tres millones de niños y adolescentes en el país reciben una ración alimenticia diaria, en planteles públicos. Para nutricionistas eso no es un desayuno sino una colación. Irene Torres, especialista en educación y salud, e integrante de la Fundación Octaedro, considera que se debiera reformular este programa estatal.

¿Cuál es su principal crítica a esta iniciativa?

El Gobierno no debería dar esta comida a los niños y jóvenes porque es ultra procesada, saborizada artificialmente, con harinas y grasas, también ultra procesadas.

Pero, ¿no es una opción, para quien no tiene más?

Es un bocado del que no queda sino un resquicio de lo que originalmente fue comida. El Ministerio de Salud, en su reglamento de bares escolares, y la Ley Orgánica de Salud vigente señalan que al alumno se le debe ofrecer comida fresca y diversa, también localmente aceptable, fomentar y proteger las tradiciones y costumbres.

El menú ha cambiado. Se ha pasado de ofrecer colada a néctar de frutas y leche de sabores. Además se dejó la gronola en hojuelas por barras energéticas. ¿Qué se debería ajustar, en su opinión?

La entrega de esa ración es parte de una política social. La dan al igual que los uniformes y libros, de forma gratuita. Sin embargo, no existe una evidencia científica de que la comida escolar y lo demás haya resultado en un incremento de retención de niños en las escuelas.

Según cifras del Ministerio de Educación, al mes se invierte USD 6,46 por alumno en ese programa. ¿Cómo más se podrían utilizar?

En EE.UU. hay lugares en donde se organizan para comprar comida local y fresca, para las escuelas. Se fomenta un pago justo al agricultor local, que vende directamente. Se busca que sea ‘de la chacra a la escuela’. Un ejemplo emblemático está en Roma. Aquí y en el mundo, Tetra Pak es el gran ganador en los programas de alimentación escolar.

En los colegios privados, la alimentación tampoco es la más nutritiva.

Hay que hacer educación en salud. También organizarse en las escuelas, para que los estudiantes coman mejor. No puede haber una lucha individual de yo le mando a mi hijo la mejor comida. El Ministerio de Educación se puso estricto sobre bares escolares, pero no hay control.

Lo que se ofrece en planteles públicos , ¿es suficiente, en términos de la energía que necesita un estudiante?

En un informe del anterior gobierno se admite que hay una sobrecarga de calorías para los pequeños y una deficiencia para los mayores. Para mí, esas raciones promueven la idea de comer empacado, procesado y endulzado.

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