Los albergues temporales para animales, un tema pendiente

Decenas de activistas entregaron  el Proyecto de la Ley Loba en la Asamblea Nacional. Foto:  Paul Rivas Bravo / EL Comercio

Decenas de activistas entregaron el Proyecto de la Ley Loba en la Asamblea Nacional. Foto: Paul Rivas Bravo / EL Comercio

Decenas de activistas entregaron el Proyecto de la Ley Loba en la Asamblea Nacional. Foto: Paul Rivas Bravo / EL Comercio

El trato hacia los animales tendrá un nuevo giro en el país.

Después de la entrega oficial del proyecto de Ley Orgánica de Bienestar Animal (LOBA) a la Asamblea Nacional el jueves 30 de octubre, los activistas y la sociedad civil en general esperan recibir el respaldo del Estado para que las acciones de maltrato contra los animales sean sancionadas de acuerdo a parámetros constitucionales y normativos que defienden la vida de los mismos.

La propuesta recoge varias aristas que van desde la promoción de la adopción hasta la prohibición de espectáculos con animales. Pero ¿qué medidas se tomarán con respecto a los albergues o perreras que operan en el país? ¿Es necesario establecer políticas internas y externas para su tratamiento?

Estas y otras varias interrogantes sobre este tema surgen después de la presentación de la Ley LOBA.

El manejo de la Fauna Urbana está considerado dentro de las ordenanzas impulsadas por los municipios como Quito y Ambato.

Por ejemplo, Quito cuenta con un Plan de Manejo de Fauna Urbana. Para ello se creó el Centro de Gestión Zoosanitario Distrital de Quito (URBANIMAL), adscrito a la Secretaría Metropolitana de Salud, mediante los parámetros de la Ordenanza Municipal 048, como un albergue transitorio para la fauna urbana (perros y gatos).

Actualmente se cuenta con un albergue temporal para perros abandonados en Calderón. Sin embargo en octubre de este año se anunció que se implementará un nuevo albergue en el sector de Quitumbe al sur de Quito.

Otra de las iniciativas para el control de los animales se impulsó desde el 2010 en Ambato. En esta ciudad se creó un espacio para albergar a los animales domésticos, perdidos o abandonados y que fueron rescatados. El albergue temporal está ubicado en la parroquia Izamba, en la vía al cantón Píllaro. El lugar cuenta con consultorios veterinarios, sala de cuarentena, jaulas, quirófano, sala de recuperación y un patio de entrenamiento canino.
Los espacios están distribuidos en cinco bloques.

Sin embrago este tipo de acciones deberían está incluidas en la Ley Loba para que sea aplicada como una normativa de Estado y no solo se contemple como una propuesta municipal.

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