El programa de asistencia canina de Bocalán surgió en España y en la actualidad se replica en 11 países. Foto: Cortesía Bocalán
Tras el éxito de las terapias de asistencia animal en diferentes colectivos con discapacidades y en situación de riesgo de otros países, la fundación Bocalán volteó su mirada al Ecuador para ampliar su espectro de ayuda.
Esta organización española, que tiene dos décadas de trayectoria y cuenta con centros de capacitación en Madrid, Cantabria, Cataluña y Galicia. En el mundo, están presentes en Chile, Argentina, Colombia, Perú, Guatemala, Costa Rica, México, EE.UU., Australia y Japón.
Sus programas ayudan con perros a las personas con discapacidad visual como guías para esquivar obstáculos o cruzar la calle sin peligro. A las personas con discapacidad física les ayudan a recoger objetos del suelo, abrir puertas, entre otras actividades.
Ayudan también a los niños con autismo, al advertir una conducta de fuga que puede colocarlos en situación de riesgo. También es de gran ayuda para las personas que padecen diabetes.
Los canes amaestrados ayudan a las personas con discapacidad física, discapacidad visual, autismo y diabetes. Foto: Cortesía Bocalán
“El olfato de ciertos canes detectan el isopreno que emanan las personas diabéticas, en caso de una hipoglucemia. Esos segundos de advertencia son vitales”, explica Teodoro Mariscal, presidente de fundación Bocalán.
Mariscal añade que la aplicación del proyecto en el país implicará un cambio a futuro en la ley para que las personas con discapacidad puedan acceder a cualquier sitio junto al perro.
“Una de las ayudas técnicas para las personas con discapacidad es la silla de ruedas; otra puede ser un bastón; otros pueden hacerlo con un perro”, señala el especialista.
Para Mariscal, los canes ideales en la asistencia de personas con discapacidad visual y física son los golden retriever y los labrador, pues son dóciles y de fácil adaptación. Para detectar niveles bajos de azúcar, Mariscal menciona que los ideales son los tipo terrier, por su temperamento reactivo al detectar el isopreno.
Los perros también trabajan en proyectos terapéuticos complementarios. Los pacientes ganan autoestima. Foto: Cortesía Bocalán
Álex Terán, director de logística de Bocalán en Ecuador, advierte que el proyecto se iniciará entre abril y mayo del 2019 con un curso que durará seis meses. Hasta entonces, sus miembros trabajarán junto con la Universidad de las Américas (UDLA) para la capacitación de sus canes y especialistas que se desenvolverán en las distintas fases del proyecto.
En la primera etapa del proyecto, los instructores serán españoles y se buscará canes en el país que tengan entre seis meses y un año para las capacitaciones, aunque añadió que un porcentaje de los perros también vendrán desde España. “Queremos que la empresa privada apadrine el proyecto”.
Terán añade que con el Consejo Nacional de Igualdad de Discapacidades (Conadis) buscan determinar los posibles beneficiarios del proyecto, siendo prioridad los niños de escasos recursos o personas en situación de vulnerabilidad.