Los perros son animales carnívoros y necesitan de aminoácidos presentes en la proteína de origen animal. Los veterinarios recomiendan no modificar los hábitos alimenticios de las mascotas para evitar problemas de salud. Foto: Flickr nao-cha
La perra Bramble llegó a vivir 25 años. En 2002 obtuvo un Récord Guiness por ser el can más viejo con vida hasta ese momento. Su historia llamó la atención por un detalle en particular: su dueña asegura que el secreto de su longevidad se debe a que Bramble llevaba una alimentación vegana.
Comía únicamente de una dieta con base en verduras, vegetales orgánicos, arroz, lentejas y proteína de origen vegetal. Su rutina de cuidados y detalles de su alimentación se encuentran plasmados en el libro ‘Bramble, la perra que quería vivir por siempre‘ de Anne Heritage, su dueña.
Aunque su historia se popularizó, las dietas veganas y vegetarianas para mascotas siguen generando debate. Muchos de los dueños de animales de compañía cambian sus hábitos alimenticios y los de sus perros y gatos por motivos éticos, ambientales, políticos, religiosos y también de salud.
Pero la ciencia señala que no necesariamente es la mejor opción para la nutrición de canes y felinos. Hablamos con Eduardo Aragón, médico veterinario y Ph,D. en Nutrición Animal para conocer si es recomendable que los animales de compañía consuman únicamente dietas veganas y vegetarianas.
“Son carnívoros“, respondió. el decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central del Ecuador (UCE). “Ellos necesitan aminoácidos que se encuentran exclusivamente en la carne. Por lo tanto, la soya, los frijoles, las arvejas y otros ingredientes tienen proteína pero no en la cantidad y calidad suficiente”.
El especialista explica que la nutrición correcta se basa en seis componentes: agua, proteína con aminoácidos, carbohidratos que contienen fibra, lípidos o grasas, vitaminas y minerales. Por ello, Aragón piensa que cambiar la alimentación de los perros va en contra de su naturaleza y fisiología.
Un ejemplo de ello es que su sistema digestivo está hecho para procesar proteína animal. “El perro tiene un ph (acidez) en el estómago tan fuerte porque está diseñado para macerar la carne y prepararla para que actúen las enzimas producidas por el can y puedan digerir”.
En las dietas veganas y vegetarianas priman los alimentos de origen vegetal, algo que aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales. Sin embargo, el médico veterinario apunta que no todos los perros comerán frutas y verduras crudas. “Las vitaminas se destruyen al someterlas a un proceso de cocción. Estos nutrientes se requieren en pequeñas cantidades, pero si faltan pueden generar problemas inmunitarios, de pelaje, de salud de la piel, de órganos, de crecimiento y también de la parte reproductiva“.
Complementarlas con suplementos nutricionales no necesariamente funciona. De hecho, en la experiencia de Aragón, no existe en el mercado un suplemento vitamínico y mineral apto para perros de venta libre.
En el caso de los alimentos comerciales, se utilizan premezclas que contienen los nutrientes adecuados en las cantidades necesarias. Pero nada es perfecto. Los médicos veterinarios han identificado que los balanceados pueden provocar alergias o sensibilidad de piel en las mascotas. “Hoy se sabe justamente que los vegetales (soya, maíz, trigo, arroz) presentes en esas recetas son las que producen las alergias”, señala el especialista. Algunos de estos ingredientes eran parte de la dieta de Bramble.
Estos alimentos contienen en su estructura una proteína en pequeñas cantidades que se llama gluten, presente sobre todo en el trigo. Este componente sensibiliza el sistema inmune de los perros. “Ellos, como defensa, generan histamina, un aminoácido que produce alergias, las cuales se reflejan en la piel y por ende en la caída de pelo”. Él recomienda buscar comida libre de granos como una medida para evitar estos problemas. El fréjol y la arveja son dos opciones.
Recientemente se realizaron estudios en la UCE donde encontraron que el camote y la zanahoria blanca son buenos sustitutos de los cereales. Estos alimentos son una fuente de carbohidratos muy digestibles y son libres de gluten. El único problema es que la cantidad de proteína que tienen no supera el 4%. Para complementar la alimentación de los animales utilizaron pollo y cordero, con lo que obtuvieron resultados satisfactorios, indica Aragón.