El estrés y ansiedad también afectan a los animales de compañía. A través de su lenguaje corporal se puede identificar alteraciones en su estado de ánimo. Foto: Pixabay
En pleno siglo XXI una de las palabras más utilizadas es ‘estrés‘. Es la enfermedad que ataca a casi todos los adultos y cada vez a más niños. El ritmo de vida actual y los nuevos roles que tienen las mascotas en la vida de las familias ha provocado que también atraviesen por esta situación emocional.
Los perros y los gatos no pueden hablar, por lo que es imposible que hagan saber a sus dueños claramente si se sienten ansiosos o estresados. Sin embargo, esto no quiere decir que no sean capaces de comunicar sus emociones a través de otros tipos de lenguaje. Entenderlos puede ser clave para mejorar la convivencia en casa.
Aunque no existe un diccionario que permita identificar cada conducta con un estado de ánimo, existen algunas señales que pueden alertar si la mascota sufre de estrés. Una forma de hacerlo, según VetStreet, un portal de cuidados veterinarios, es observar su postura.
“Un perro relajado cargará su peso en sus cuatro patas y se moverá de forma ligera. Un can estresado puede quedarse en un espacio y levantar una de sus patas, alejar su cabeza, cubrir su cuerpo o agacharse”, dice el portal.
Su rostro también puede expresar ansiedad. Si no se encuentra del todo relajado, podrías observar que tu perro cierra su boca fuertemente y tensa sus bigotes. La parte blanca de sus ojos también se verá más grande y puede ser que pestañee más de lo normal o que se detenga por completo.
Las orejas también permiten leer el estado emocional de los perros. Cuando está alerta “sus orejas se levantan”. Si tu perro quiere mostrar sumisión, es posible que mueva sus orejas hacia atrás.
Pero también hay otras señales más fáciles de reconocer, según PetMD, un sitio especializado en animales de compañía. “Ladrar, llorar, gruñir y otros sonidos no habituales pueden revelar ansiedad en las mascotas. Un jadeo excesivo o temblar sin aparente razón también deben ser tomados en cuenta como posibles alertas.
¿Qué hacer?
Lo primero es identificar la causa del estrés en las mascotas. Un cambio en la rutina, alteraciones en el espacio donde vive el animal o incluso problemas entre los miembros de la familia pueden desencadenar estrés y ansiedad en los perros. Otras posibles causas son ambientales como truenos o pirotecnia.
La ansiedad por separación, por ejemplo, es fácil de identificar. “Un perro con este tipo de estrés actuará cuando el dueño no se encuentre con él. Puede morder los muebles, hacer huecos en el jardín, aullar o hacer sus necesidades en espacios no habituales”, dice PetMD. Aquí encontrarás más información sobre cómo tratar a tu mascota si se encuentra en esta situación.
La primera recomendación está en prestar atención a uno mismo. Puede suceder que las mascotas estén sufriendo estrés o ansiedad si se sienten descuidadas. Si ya no sale a caminar como antes o si no ha podido jugar es posible que necesite más dedicación de tu parte.
Por otro lado existen alternativas para ayudar a aliviar el estrés y ansiedad de las mascotas. Música, ejercicios, adiestramiento e incluso aromaterapia son algunos tratamientos sugeridos para mejorar el estado de ánimo de tu perro.