Los perros cachorros son más propensos a sufrir mareos en el auto. Foto: Pexels.
Los perros, así como las personas, pueden marearse en los autos. No todos disfrutan del movimiento y anhelan sacar la cara por la ventana para recibir el viento fresco. En realidad, muchos animales sufren estrés y ansiedad con sólo subirse a un vehículo.
Aunque se trate de un paseo corto, el viaje puede ser molestoso para tu perro y desagradable para ti. Esto es más común en cachorros que en adultos. Según el portal VetStreet , esto ocurre porque las estructuras internas del oído todavía no están muy desarrolladas.
Los mareos ocurren por “una pérdida de equilibrio que está acompañada por náuseas y vómitos. Esto ocurre, porque el desplazamiento de un carro causa una alteración de la percepción sensorial que está íntimamente relacionado con el oído”, según el blog Mis Animales.
Esto no quiere decir que los perros adultos son inmunes a los mareos. Aunque algunos canes pueden superar este problema cuando crecen, otros ya tendrán asociados los viajes en autos a experiencias negativas.
Síntomas y tratamiento
PetMD, un portal de medicina veterinaria, explica que los síntomas del mareo empiezan con un lamido constante de sus labios, salivación excesiva y vocalización como llantos y chillidos. También presentan temor y quietud antes de vomitar o regurgitar. En algunos casos, los animales más nerviosos pueden orinar o defecar en el vehículo.
La solución toma tiempo y paciencia. Según Carolina Carrillo, médica veterinaria, se debe abordar este problema tratando de acostumbrar al perro al movimiento. “Los medicamentos deben ser recetados por veterinarios y únicamente en circunstancias especiales”, enfatiza.
“Al principio puedes subir a tu mascota al carro con su juguete favorito. Sin necesidad de hacer un recorrido. Solo juega con él dentro del auto durante unos 15 minutos”, recomienda Carrillo.
Esto se debe repetir dos o tres días. Luego se debe hacer lo mismo con el auto encendido sin moverlo. Poco a poco el can se acostumbrará al sonido y vibración del vehículo. El siguiente paso es hacer recorridos cortos. Lo mejor es que mientras una persona conduce, haya alguien atrás con el perro jugando. La idea es que estos recorridos se prolonguen con el tiempo.
Otra recomendación es que el can no coma antes de un viaje. También debe mantenerse una temperatura fresca en el auto y ubicar a la mascota en un lugar cómodo y seguro. “También pueden darle un paseo unos 15 minutos antes de salir para que pueda hacer sus necesidades y relajarse”, dice la especialista.
Para los conductores se recomienda manejar evitando acelerones y frenazos, porque una conducción brusca puede fomentar los mareos. También se deben realizar paradas, cuando el viaje es muy largo, para que el can tome agua y descanse.