Las naves pueden utilizarse para realizar tomas de foto y video. Foto: Facebook / FTO Remotefly América
Los drones pueden ser herramientas muy útiles, pero en las manos equivocadas pueden causar daños insospechados.
Los ejemplos más claros de esto han venido de distintos países. En Estados Unidos, un hombre fue multado por haber estrellado su dron contra el patio de la Casa Blanca durante la administración de Barack Obama. Tuvo que pagar USD 5 500 a la Administración Federal de Aviación de ese país.
En Ecuador, sin embargo, un emprendimiento está revirtiendo esa tendencia y aprovechando el potencial de estos pequeños aparatos voladores. Es el caso de una empresa ‘startup’ internacional, cuyo objetivo es el de brindar ayuda en diferentes ámbitos con el uso de las aeronaves controladas de forma remota.
La empresa FTO RemoteFly, basada en Italia, se dedica a la capacitación de pilotos de Sistemas Aéreos Pilotados Remotamente, mejor conocidos como drones. En la actualidad, ha capacitado a cerca de 1 000 personas en Europa.
La expansión de esta empresa para Latinoamérica está basada en Ecuador: se trata de FTO RemoteFly América. Esta representación está liderada por Andrea Zorzi, su presidente, y Cristian Serrano, su gerente general.
“El mercado de drones en el país está aumentando, pero no hay todavía escuelas que capaciten a gente para que empiece a formarse. Actualmente, estamos dialogando con la Dirección de Aviación Civil (DAC) y con Yachay, para promover la legislación que regula el uso de los drones”, asegura Serrano a este Diario.
El enfoque de esta empresa está en el pilotaje de drones, pero también en su uso para apoyo a diferentes áreas. Un ejemplo es la agricultura de precisión. Los drones pueden realizar trabajos de aerofumigación localizados, dirigidos solo a partes específicas de las plantaciones, evitando el gasto innecesario de recursos y la fumigación de alimentos que no hayan sido afectados por plagas.
“En el país, actualmente, esto no existe y nuestra idea es ahorrarles recursos a los agricultores, contaminar menos el medio ambiente y realizarlo en poco tiempo”, indica Serrano.
Otro potencial de este tipo de sistema es la aerofotogrametría aplicada a la agricultura. Mediante esta técnica, los drones sobrevuelan los sembradíos realizando fotografías aéreas para definir características del terreno, como su tamaño, su forma y su posición a lo largo del tiempo, lo que permite hacer un seguimiento adecuado del progreso de los cultivos.
La Dirección de Aviación Civil no mantiene datos de las escuelas privadas que funcionan en Quito o en el país, pero FTO RemoteFly no es la única opción que existe en la capital.
HobbyStore Ecuador es una tienda que ofrece servicios relacionados con vehículos controlados a control remoto. Raúl Gómez, propietario del local, lleva más de seis años realizando capacitaciones en el uso de drones, y ha dado varios cursos a la Escuela Politécnica del Ejército y al Instituto Geográfico Militar.
“Las aplicaciones de esta tecnología son múltiples, desde el uso recreacional de drones para quienes quieren tomar fotos o videos, hasta el uso de estos dispositivos para seguridad y vigilancia aérea”, asegura Gómez.
Por otra parte, en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal) en Quito se ofrecen cursos para el manejo de estas naves.