Elizabeth Bravo llegó a Cuenca y habló de su clasificación olímpica

Elizabeth Bravo (der) y Francisco Tirado ofrecieron este martes 17 de mayo una conferencia de prensa en el CEAR de Cuenca. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO

Elizabeth Bravo (der) y Francisco Tirado ofrecieron este martes 17 de mayo una conferencia de prensa en el CEAR de Cuenca. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO

Elizabeth Bravo (der) y Francisco Tirado ofrecieron este martes 17 de mayo una conferencia de prensa en el CEAR de Cuenca. Foto: Manuel Quizhpe/EL COMERCIO

La triatleta ecuatoriana Elizabeth Bravo llegó a Cuenca, su ciudad natal, tras conseguir la clasificación para los Juegos Olímpicos de agosto próximo en Río de Janeiro, Brasil. Lo hizo este martes 17 de mayo, en compañía de su esposo y entrenador, Francisco Tirado.

Bravo se mostró emocionada en la conferencia de prensa que ofreció en el Centro de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR), en la capital azuaya. Allí, la seleccionada de 29 años recordó que el cupo olímpico lo alcanzó tras un proceso que duró dos años. Su embarazo y parto hicieron que la obtención del pasaporte a Río se tardara.

Tras su discreta participación en la Copa Mundo de Huatulco, México, pensó que su clasificación para los segundos Juegos Olímpicos se complicaba, “a pesar del duro entrenamiento”. Sin embargo, el apoyo familiar, dirigencial y de sus patrocinadores, hicieron que no decayera en su aspiración.

En la Copa Continental de Burabay, Kazajistán, Bravo tuvo problemas antes de la prueba porque no llegó la bicicleta, que tiene 11 cambios, querían prestarle una de ocho cambios. “Yo estaba frustrada, no quería competir, porque no iba a participar en igualdad de condiciones, pero Francisco me dio ánimos”.

Luego iba a usar una bicicleta de un japonés, que se ofreció a prestarla. Dos horas antes de la competencia les comunicaron que ya estaba la bicicleta en el hotel y entonces Tirado se dirigió al lugar para armarla hasta que la triatleta haga los ejercicios de calentamiento en el lugar de la competencia. Al final, “gracias a Dios, todo me salió bien”.

Terminó en el segundo lugar en la Copa Continental y se clasificó a sus segundos Juegos Olímpicos. Lo hizo luego de superar con dos puntos en el ‘ranking’ mundial a la argentina Romina Palacio. “Nunca perdí la fe, por el compromiso que tengo conmigo misma, con el país entero, con mi familia, entrenador y en especial con mi hijo Juan Francisco”.

Su entrenador adelantó que Bravo se entrenará en la capital azuaya con miras a su participación olímpica. Su última competencia será el 18 de julio en Ibarra, con motivo de la Copa Panamericana de Triatlón.

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