El entrenador guayaquileño estudió arquitectura y educación física. Llevó a dos mundiales juveniles Sub 17 a Ecuador. Es estricto en la disciplina. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
A Javier Rodríguez le gustan las matemáticas. El entrenador de la Selección Sub 20 de Ecuador tiene cualidades de docente cuando imparte instrucciones en la cancha. En las prácticas le gusta poner ejemplos prácticos para que los futbolistas entiendan el uso del espacio y la administración de los tiempos en el fútbol. En las concentraciones, en cambio, tiene actitudes paternales con sus pupilos.
Intenta que su equipo tenga trazos arquitectónicos. El estratega guayaquileño, de 52 años, pasó por las aulas universitarias (en la facultad de arquitectura), pero su amor por el fútbol pesó más y lleva 22 años formando talentos en las selecciones menores de Ecuador. Estudió Educación Física, entró al fútbol y ahora busca la clasificación a su tercer mundial juvenil con la Sub 20.
Es uno de los técnicos más exitosos en las formativas. Con la dirección técnica de Rodríguez, en el 2015, la Tri Sub 17 se clasificó al Mundial de Chile. Esa fue la segunda vez que clasificó a una cita mundialista. La primera fue en México, en el 2011.
Está vinculado a la Federación Ecuatoriana de Fútbol desde el 2005. Su carrera como formador comenzó en Barcelona y Emelec. “Siempre fue un estudioso del fútbol. Cuando era estudiante le gustaba trabajar como comerciante en el puerto. Ahora es un coleccionista de libros de fútbol”, cuenta Humberto Pizarro, amigo y compañero de Rodríguez en filas del ‘Bombillo’.
En las selecciones juveniles fue asistente técnico de Homero Valencia, en la Sub 15. Luego se hizo cargo de formar futbolistas. Así consiguió participaciones destacadas y ahora su gran reto será lograr el cupo al mundial de la categoría con una base de juveniles que los conoce desde hace tres años.
“Es más complicado porque el torneo se juega aquí. El entorno para los futbolistas es más complicado porque están cerca su familia, sus amigos y los empresarios. Estos últimos los llaman y les dicen cosas que desconcentran a los chicos. Les dicen que si hacen un gol pueden ganar tanto y eso afecta la parte colectiva”, manifiesta el técnico.
Rodríguez y su cuerpo técnico son estrictos en las reglas de convivencia. Dice el técnico que el también es parte de los códigos disciplinarios. Por ejemplo, el uso del celular para los seleccionados es muy controlado. Procuran evitar que los empresarios hablen con los chicos antes de los partidos.
Eduardo Moscoso, el preparador físico, cuenta que Rodríguez trabaja mucho en los conceptos tácticos, pero también en la parte anímica de los futbolistas. Está pendiente de las relaciones familiares de cada jugador.
Ridder Alcívar, exseleccionado juvenil, recuerda que en una ocasión, el DT sorprendió al grupo porque no dio una charla técnica previa a un partido sino llevó a dos comediantes para que los futbolistas se relajaran. “Es muy estricto en sus instrucciones, pero también conoce mucho de planteamientos”.
Para definir la lista de los 23 seleccionados que actuarán en el Sudamericano observó a más de 150 chicos. La FEF confió en el técnico porque tanto en la Sub 15 como en la Sub 17 hizo un buen trabajo y pulió a talentos como Cristian Ramírez, Jonny Uchuari, Eddy Corozo, Júnior Sornoza…
Pepe Mosquera, integrante del directorio de la FEF, elogia la dedicación del técnico en las concentraciones. Cuenta que todo el tiempo está revisando videos de los partidos y de las prácticas. “Aunque parece muy serio y no le gusta hablar mucho, siempre está pendiente de los jugadores. Conoce a muchos jugadores y sabe cómo es su relación con sus padres”.
Rodríguez siempre está pendiente de sus hijos, que también han estado vinculados a equipos de fútbol. Sin embargo, en los últimos dos meses ha pasado en las concentraciones.