San Lorenzo se clasificó, por primera vez, a una final de Copa Libertadores. Fotos: AFP
El empresario Marcelo Tinelli es el animador televisivo más popular de la Argentina, pero esta semana la vive de otra manera: en su doble rol de hincha y dirigente de San Lorenzo, sueña como el más fanático con que su equipo gane la Copa Libertadores por primera vez en su historia.
“Compartir una final con mi hijo es el sueño de toda una vida”, confesó el vicepresidente del club argentino, que a fines de marzo pasado se tomó licencia por nueve meses debido al intenso trabajo en la televisión y por el nacimiento de su su quinto hijo, a quien llamó precisamente Lorenzo.
Tinelli asumió la vicepresidencia de San Lorenzo en 2012, al ganar las elecciones con más del 80 por ciento de los votos. Se presentó con su abogado Matías Lammens para presidente, en medio de un caos institucional.
Al año siguiente, con un apoyo similar, volvieron a imponerse en los comicios. Hace dos años, el equipo pasaba por un momento difícil y se veía amenazado por el temido descenso, algo que no pudieron evitar otros grandes del fútbol argentino como River Plate e Independiente, que cayeron a la Segunda División en 2011 y 2013, respectivamente.
Con el aporte de Tinelli, San Lorenzo no solo se mantuvo en la máxima categoría, sino que además se consagró campeón del Torneo Inicial 2013. El repunte coincide con el creciente protagonismo de Tinelli en el fútbol argentino en los últimos años, al punto de que fue mencionado como posible sucesor del fallecido Julio Grondona.
Sin embargo, el vicepresidente de San Lorenzo no cumple con todos los requisitos que establece el estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para ser presidente de la institución. El influyente empresario, que cada vez parece sumar más peso en la AFA, recientemente estuvo cerca de hacerse cargo de la transmisión del fútbol local, aunque a último momento no llegó a un acuerdo con el gobierno argentino, dueño de los derechos de televisión.
El diario La República de Uruguay aseguró incluso que a fines de julio, Tinelli se reunió en Punta del Este con el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Eugenio Figueredo, para asegurarse de que San Lorenzo “tuviese las garantías de un arbitraje bueno” en la final de la Copa Libertadores ante Nacional de Paraguay.
Tinelli, de 54 años, heredó la pasión por San Lorenzo de su padre, que murió cuando él tenía diez años. “Seguramente mi viejo estaría muy feliz con este momento. Además estaría orgulloso de ver a su hijo trabajando en el club de sus amores. Pienso en él, en lo que sentiría, y se me caen las lágrimas”. San Lorenzo alcanzó la final de la Copa Libertadores luego de una fase de grupos complicada, que logró superar con bastante dificultad y sufrimiento. De hecho, el conjunto argentino fue el segundo peor clasificado a los octavos de final.
El más flojo de los 16 fue Nacional, el rival del miércoles en la final de ida que se disputará en Asunción, hasta donde el empresario llegará en un viaje relámpago. “Este equipo me genera un orgullo increíble, me emociona”, dijo el vicepresidente de San Lorenzo, que por un rato abandonará su rol de conductor televisivo, empresario y dirigente para convertirse en un fanático más. “Se los nota muy enchufados detrás de conseguir el objetivo. Por eso todos los hinchas nos sentimos tan identificados”, dijo Tinelli, emocionado ante una semana que soñó toda una vida.