María Sharapova, exnúmero uno del mundo, en un entrenamiento del Abierto de Estados Unidos. Foto: Dino García, desde Nueva York, especial para EL COMERCIO
Serena Williams embarazada, Victoria Azarenka con problemas personales y contendientes de paso inestable, el cuadro femenino del Abierto de Estados Unidos inicia su andadura el lunes sin una clara favorita al título.
Más que la lucha por el título, el US Open parece una carrera hacia el primer lugar de ránking mundial de la WTA.
El amplio abanico de pretendientes al penthouse de la WTA y a la corona del último Gran Slam del año prometen hacer la quincena de Flushing Meadows un thriller, aún si dos de las principales estrellas en la cancha.
Williams, que ganó su 23º título de Gran Slam en el Abierto de Australia, anunció en abril que estaba embarazada y se perdería el resto del año.
Azarenka, dos veces ganadora del Abierto de Australia, reveló que está en una pelea de custodia por su hijo pequeño y que no puede dejar California.
La exnúmero uno del mundo, María Sharapova, cinco veces campeona del Grand Slam, jugará con un boleto comodín en su primer torneo importante desde una suspensión de dopaje de 15 meses, después de dar positivo al meldonium en el Abierto de Australia 2016.
María Sharapova, una de las figuras en EE.UU., en una práctica. Foto: Dino García, desde Nueva York, especial para EL COMERCIO
Y pese a que el retorno de la rusa se ha visto marcado por lesiones en el antebrazo y el muslo, ella sigue siendo una amenaza donde quiera que aterrice en el sorteo.
La actual número uno del mundo, la checa Karolina Pliskova; la número dos, la rumana Simona Halep, y la campeona de Wimbledon y número tres, la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza, figuran con los tres primeros boletos de favoritas.
Cualquiera de las tres podría salir de Flushing Meadows como campeona, y número uno del mundo.
También cuentan en la pelea la ucraniana Elina Svitolina (N.4) , la danesa Caroline Wozniacki (N.5) y la campeona defensora, la alemana Angelique Kerber (N.6) .
Venus Williams y la campeona del 2016 Angelique Kerber. Foto: Dino García, desde Nueva York, especial para EL COMERCIO
La incombustible veterana Venus Williams, de 37 años y campeona de siete Gran Slam, ocupa el noveno puesto del listado élite y siempre será una rival peligrosa.
Este año, la Venus del Tenis quedó subcampeona de Wimbledon y del Abierto de Australia.
Muguruza pica alto
La española Muguruza se ha convertido en la favorita de los apostadores después de haber ganado el Abierto de Francia de 2016, la corona de Wimbledon del mes pasado y el título de Cincinnati de la semana anterior.
Pero la tenista nacida en Caracas (Venezuela) y nacionalizada española, no ha pasado la segunda ronda en cuatro intentos en Nueva York.
“Estoy deseando estar allí y sentir que puedo mejorar lo que pasó en los últimos años, porque siento que nunca he encontrado mi ritmo”, dijo Muguruza.
“Quiero cambiar eso, quiero encontrar la receta quizás este año, tal vez que tenga un poco más de confianza”, añadió.
“La parte más importante es recuperarse, estar fresco porque se necesita mucha energía y luego acostumbrarse a Nueva York, porque es especial ” indicó.
Pliskova va en serio
La checa Pliskova ganó esta temporda los títulos en Brisbane, Doha y Eastbourne, pero nunca ha ganado un Gran Slam, y perdió su única final de este tipo el pasado año en Nueva York, ante la alemana Kerber.
“La energía de la ciudad es enorme, es obvio que me encanta volver allí, especialmente después del fantástico año pasado”, dijo la checa.
Una salida temprana en Cincinnati derrumbó a Kerber en el ránking mundial, pero la alemana, campeona de US y el Abierto de Australia 2016, dice estar sintiendo el mismo impulso que le llevó al título hace un año.
“Estoy pensando que mi espíritu de lucha está de vuelta y siento que se está poniendo mejor y mejor”, dijo Kerber.
La rumana Simona Halep llega a Nueva York con el doble propósito de ganar el título y asaltar el lugar de privilegio de la ATP.
Svitolina, de 22 años y la más joven en el grupo de las favoritas, ha ganado títulos este año en Toronto, Roma, Dubai, Estambul y la ciudad de Taipei, e igualó su mejor actuación en un Gran Slam, al quedar en cuartos de final del Abierto de Francia.