Gonzalo escobar (izq.) se entrena desde el martes en Quito. El año pasado ganó el partido en tres sets. Emilio Gómez (der.) se recuperó de una lesión que le impidió jugar por dos semanas. Fotos: Patricio Terán/ EL COMERCIO
La revancha se jugará un año después. Emilio Gómez y Gonzalo Escobar se enfrentan este viernes 29 de enero del 2016, a las 12:30, en el inicio del ATP 250 Ecuador Open Quito, en el club Jacarandá.
El ganador jugará en el cuadro principal y el perdedor irá al cuadro de clasificación, que se disputará entre sábado y domingo. “No jugaba en la altitud desde hace mucho tiempo. Estoy muy emocionado con el partido; es un desafío y trampolín para todo lo que se viene este año”, dijo Gonzalo Escobar, de 27
años.
Nació en Manta y ocupa el casillero 365 en el escalafón mundial de la ATP. Se entrena en Quito desde el martes, a la espera de repetir la victoria que logró el año pasado ante este mismo rival. “Los dos tenemos muchas ganas de entrar al cuadro principal. Va a ser muy duro”.
Hace un año, Escobar triunfó con parciales de 1-6, 6-3 y 6-3. “Nos conocemos mucho y seguro que Emilio (Gómez) querrá la revancha, por eso va a ser muy difícil el partido”.
En el 2015, Escobar tuvo un año interesante, llegó al
puesto 281, la mejor posición en su carrera deportiva. Ganó el torneo ITF que se jugó en Winnipeg, Canadá, tras vencer a Fritz Wolmarans, de Sudáfrica. También estuvo en los Challenger de Barranquilla, Pereira y Medellín.
Para los dos tenistas, el calor que se registra en Quito durante los tres últimos días no incidirá en el rendimiento. “Ya hemos jugado aquí y no tenemos problemas”, dijo Escobar, en tanto que Gómez fue más directo: “No lo siento caluroso, más bien diría que está fresco”.
Emilio Gómez se entrenó el miércoles y ayer en el Jacarandá. Retornó a las canchas luego de un descanso de dos semanas, por una lesión en la espalda. “Es un espasmo que me produjo dolor. No me permitía girar con normalidad. El médico me dijo que descansara antes de que se pueda producir un desgarro”, relató el porteño de 24 años.
Al contrario de su padre, Andrés Gómez, Emilio es diestro. En el momento ocupa el puesto 293 en la ATP, un puesto algo distante del 254 que logró en julio del año pasado.
“Si bien no estoy en un 100%, lo voy a dejar todo en la cancha. Es un partido importante para los dos”, añadió. “No lo considero una revancha. Hay que tomar las cosas con más calma y disfrutar del juego”, dijo Gómez, que a inicios de año jugó en Mendoza y Río de Janeiro, donde completó el trabajo de pretemporada que realizó en Buenos Aires. “Tuve la suerte de jugar contra tenistas con mejor ubicación en el ‘ranking’ de
la ATP, luego me lesioné”.
El año pasado jugó en los Challenger de Santiago, Lima, Guayaquil, Pereira, Medellín, Barranquilla y el torneo ITF de Río Preto.
Dijo que esta semana será importante para el tenis y mencionó que el estadio del club Jacarandá bien podría ser tomado en cuenta para acoger una serie de Copa Davis. “Por decisión de todo el equipo, la próxima serie nos vamos a jugar a Portoviejo, pero Quito tiene este estadio, que es muy bonito”.
Sin embargo, también recalcó que una serie de Copa Davis requiere del respaldo de los aficionados. “El año pasado, para el ATP se vendieron todos los boletos para toda la semana. Si nos garantizan ese respaldo, a esta cancha podríamos tenerla en consideración para futuros partidos”.
Primeros partidos
Entre sábado y domingo se realizarán los partidos del cuadro de clasificación. El costo de los boletos de ingreso es de USD 5.
Para hoy también se aguarda el arribo de tenistas del cuadro principal. Mañana deben arribar los españoles Fernando Verdasco y Feliciano López y el australiano Bernard Tomic, los tres favoritos del torneo.
En el plano organizativo, los auspiciantes anuncian eventos especiales durante los 10 días de partidos. El martes habrá una clínica de tenis con niños y jóvenes.
Se utilizarán las canchas del club Jacarandá, donde los pequeños también ensayarán algunos golpes de raqueta con tenistas internacionales. En la zona de estand habrá firma de autógrafos y entrega de recuerdos del torneo.