Ogier, el más rápido de los rallies

El francés Sébastien Ogier (centro) y su copiloto Julien Ingrassia (tercero desde la der.) festejan el título ganado. Foto: Jaume Sellart /EFE

El francés Sébastien Ogier (centro) y su copiloto Julien Ingrassia (tercero desde la der.) festejan el título ganado. Foto: Jaume Sellart /EFE

El francés Sébastien Ogier (centro) y su copiloto Julien Ingrassia (tercero desde la der.) festejan el título ganado. Foto: Jaume Sellart /EFE

El francés Sébastien Ogier (VW Polo-R) conservó su título de campeón mundial al ganar ayer (26 de octubre de 2014) el Rally de Cataluña.

Con su 23ª victoria en el Mundial de rallies, la séptima de esta temporada, el francés evitó jugarse el título en la trampa de la carrera de Gran Bretaña, que se compite en exclusiva en pistas de tierra y que se disputará en noviembre.

“La llegada de la última especial fue una liberación. Fue un fin de semana largo, prefería ser campeón antes de la última carrera, además se trata de Gran Bretaña, donde hay muchas dificultades”, señaló Ogier, heredero de su compatriota Sébastien Loeb (ganador de 9 mundiales) como dominador de la competición.

Líder del campeonato y por tanto obligado a abrir la carrera, Ogier tenía miedo de perder tiempo en la primera jornada de la prueba catalana, que tiene la particularidad de ser la única de la temporada que se disputa mezclando la tierra y el asfalto.

Al contrario de lo que esperaba, la tierra fue una aliada para el francés y una rival para el resto de pilotos. Con las salidas programadas cada tres minutos, el polvo permanecía en suspensión, lo que cegaba y ralentizaba la marcha de todos los monoplazas, que salían detrás del Volkswagen de Ogier.

“El polvo me ha molestado e incluso me golpeó una piedra, pero además yo no tenía confianza”, señaló Jari-Matti Latvala, el viernes (24 de octubre) a mitad de la jornada, cuando había perdido 24 segundos.

Latvala se quedó

El finlandés, único rival por el título para Ogier y que tenía que terminar por delante de él para seguir optando a la victoria final, se veía obligado a emprender una gran remontada.

“Recuperar 36 segundos únicamente gracias al pilotaje es imposible pero el rally es muy largo y voy a intentar meter presión a Sébastien”, señaló el viernes por la noche, con más moral que unas horas antes.

Desde el sábado por la mañana (25 de octubre), ya en el asfalto, el finlandés recuperó los automatismos, logrando tres especiales y recuperando 8 segundos en 80 kilómetros.

En la segunda parte de la jornada solo ganó un segundo, para un total de nueve antes de la etapa de ayer.

Con 27 segundos a recuperar en los 72 kilómetros de la última jornada, la tarea parecía muy complicada, pero de nuevo el piloto Latvala mostró su calidad para ganar cuatro especiales y quedar a solo 11 segundos de su rival y compañero.

“Si quieres ser campeón, nunca debes darte por vencido”, dijo finalmente el piloto finlandés que ganó además la Power Stage (ES17) por delante del británico Chris Meeke (Citroën DS3) y del noruego Andreas Mikkelsen (VW) . Ogier fue cuarto.

La marca Volkswagen, que disputa el campeonato por segundo año después de su regreso, ya se había coronado como campeona mundial de constructores en la prueba del Rally de Australia.

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