Sangolquí se transformó en el protagonista del fútbol juvenil

Los jugadores Sub 16 de Independiente se entrenaron ayer en Chillo Jijón.

Los jugadores Sub 16 de Independiente se entrenaron ayer en Chillo Jijón.

Los jugadores Sub 16 de Independiente se entrenaron ayer en Chillo Jijón. Foto: Pavel Calahorrano/El Comercio

Sangolquí se convirtió en una fábrica de futbolistas juveniles. Independiente del Valle, en la Serie A, y Clan Juvenil, en la B, cosecharon títulos en las divisiones formativas. Hoy, los rayados pueden imponer otro récord: el octavo campeonato consecutivo en la Sub 16, para cerrar otra temporada con trofeos en sus vitrinas.

Galo Rodríguez es el responsable de entrenar a los juveniles de la Sub 16 de Independiente. Ayer revisó videos y tuvo una charla de motivación con sus pupilos en el complejo de Chillo Jijón, donde se entrenan más de 150 futbolistas juveniles, entre 12 y 19 años.

El entrenador se reunió con los jugadores en el desayuno, como lo hace diariamente. Eso también es parte de normativa que se aplica desde la Sub 12. El propósito es orientar a los juveniles en su alimentación. Antes de una práctica, todos deben presentarse en el comedor para garantizar que lleguen desayunados al trabajo. “Es parte de toda la formación que trabajamos con los chicos.

Reciben charlas de nutrición porque nos dimos cuenta que no se alimentaban bien”, explica Juan Carlos León, entrenador de la Sub 19 que alcanzó el campeonato de la Serie A sin jugar finales.
Los integrantes de la Sub 16, que son 38, juegan hoy, a las 11:00, con Aucas, en la final del torneo nacional, en el mismo complejo donde habitan desde hace tres años.

Uno de los juveniles destacados es Jordan Rezabala, que es admirador de los movimientos técnicos de Júnior Sornoza.
Jordan es el volante creativo en el equipo de Rodríguez y sueña con estar el próximo año en la Sub 19 y entrenar en el equipo de Primera. “Alejandro Cabeza es mi amigo. Él juega en la 19, pero por sus condiciones ya está en Primera. Aquí tenemos todas las facilidades”.

Rezabala atendió la charla de su entrenador y después de la práctica asistió a clases. Su cotidianidad es entre las aulas y las canchas. El equipo de Sangolquí destina el 25% del presupuesto anual para invertir en las formativas. Este año se gastó USD 1,5 millones en todas las categorías.

En ese rubro se incluye la manutención de los jugadores, las ayudas económicas que van desde USD 100 hasta 500 y otros gastos en indumentaria. En las instalaciones del complejo se adecuaron una piscina y un gimnasio para trabajar con los jóvenes y con el equipo de primera. “También, reciben charlas con psicólogos. Hay que trabajar mucho con los muchachos”, añade Roberto Arroyo.

Una muestra de ese crecimiento se refleja en los 22 títulos (Reserva, Sub 12, Sub 14, Sub 16 y Sub 19) que ha ganado Independiente en las juveniles en los últimos años.
Para el juego de hoy, que será el último del año, los juveniles invitaron a sus familias. En el duelo de ida quedaron 1-1 con Aucas y hoy confían en dar la vuelta olímpica.

Otro de los equipos de Sangolquí que impulsa el trabajo en las formativas es el Clan Juvenil. Este año, en la Serie B logró el vicecampeonato y en la Sub 16 también quedó campeón. El club impulsa la escuela de goleros, que funciona desde este año.

El presidente de Clan, Juan Cevallos, explica que a pesar de las limitaciones económicas (presupuesto de USD 600 000 en el equipo de Primera B) hubo una inversión superior a los USD 50 000 en las formativas. El próximo año, en Primera A, el club mantendrá su inversión con las juveniles.

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