Los jugadores franceses fueron recibidos ayer en los Campos Elíseos, en París, por miles de personas. Hubo un acto para festejar a los campeones.
Miles de personas recibieron a la selección de Croacia en la plaza Bana Jelacica de Zagreb, donde corearon los nombres del vicecampeón mundial. AFP
La posesión del balón fue inútil en el Mundial de Rusia. Las selecciones que tuvieron más tiempo el esférico fueron derrotadas por las que aplicaron estrategias para defender con intensidad y sacar provecho con la velocidad en los ataques y con las jugadas de pelota detenida.
La selección francesa, flamante campeona, es el gran ejemplo. En la final, tuvo solo el 36% de posesión de la pelota ante Croacia, pero marcó cuatro goles para ganar su segundo título mundialista.
Francia no realizó ningún remate directo al arco en el primer tiempo: marcó por un autogol y un penal. En el segundo tiempo, ‘liquidó’ con la velocidad de sus ofensivos que marcaron dos anotaciones cuando los croatas perdieron el balón y lucían agotados.
El DT Didier Deschamps simplificó el juego de su equipo, pese a contar con el equipo más caro de la Copa. No asumió riesgos al ordenar que sus jugadores realizaran presión alta y consiguió que las estrellas realizaran tareas de marca. “Todos se pusieron al servicio del equipo. La estrella fue el equipo. Cada uno dio lo mejor de sí y logramos superarnos”, dijo el capitán Hugo Lloris.
España y Argentina fueron otras de las que cayeron ante las estrategias defensivas.
El ‘toque-toque’ de la ‘Roja’ que le permitió ganar el Mundial en Sudáfrica 2010 fue improductivo en Rusia. Ante el anfitrión, en octavos, tuvo un 74% de posesión con 1 029 pases, pero empató 1-1 y perdió en penales. Fue el cotejo del Mundial con mayor número de pases. La ‘Albiceleste’ pasó algo similar ante Francia, que se impuso 4-3.
Los equipos que se lucieron con el juego directo en ataque tuvieron mejores resultados. Bélgica, Inglaterra -semifinalistas- y ‘Les Bleus’ dieron ‘cátedra’. Los belgas realizaron solo dos pases para marcar el agónico 3-2 ante Japón, en octavos. De Bruyne avanzó e hizo un pase preciso y directo para el gol de Chadli.
Inglaterra fue el que más sacó provecho con las jugadas de balón detenido. Nueve de sus 12 tantos los hizo por esa vía.
Miles de personas recibieron a la selección de Croacia en la plaza Bana Jelacica de Zagreb, donde corearon los nombres del vicecampeón mundial. AFP
Las acciones con la pelota quieta contribuyeron a una alta producción ofensiva de goles. De los 169 tantos, 73 se realizaron por pelota parada. Es decir, un 43%.
26 de esos goles se realizaron tras un tiro de esquina, 23 fueron de penal, 16 tras tiros libre, seis por la ejecución de una falta y dos se concretaron tras un lateral.
La implementación del VAR (video-arbitraje) también influyó. El sistema valoró 440 acciones de juego y 19 ameritaron una revisión, la mayoría para determinar si existieron faltas de tiro penal.
Precisamente, en la final, el árbitro argentino Néstor Pitana acudió al VAR para decretar el tiro desde los 12 pasos que allanó la ruta del triunfo francés sobre los croatas.
Con esto, Rusia terminó como el segundo Mundial con más goles, solo detrás de Francia 1998 donde se marcaron 171.
Todas las selecciones celebraron un gol. El encuentro Francia vs. Dinamarca fue el único que terminó en un empate sin goles.
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