El piloto ecuatoriano Sebastián Guayasamín estuvo en el Campeonato Sudamericano en Perú, el mes pasado. Foto: cortesía Equipo Dakar Ecuador
Ivonne aún recuerda con mucha emoción aquella sorpresa que le dio Sebastián. La madre llegó a la iglesia de Guápulo a la Primera Comunión de su primogénito. “Él estaba allí, con su guitarra animaba las canciones de la ceremonia religiosa. Al final me dijo que se había aprendido todas las canciones de alabanza a la Virgen María, porque soy muy devota de ella”.
Una sonrisa se posa en su rostro y lágrimas en sus ojos. Ivonne Fabara es la madre de Sebastián Guayasamín, el piloto del equipo Dakar Ecuador que el próximo 6 de enero estará en línea de partida para correr el rally más peligroso del mundo, en Perú.
“Me ha tocado aprender, pero aún sufro mucho. Cuando decidió correr su primer Rally Dakar fue una gran sorpresa para mí, yo no quería que vaya. Sabía que se trata de una carrera muy difícil y me opuse. En esa ocasión toda la familia viajó a Argentina para acompañarle en la salida”.
En enero del 2017, en cambio, no pudo ir a Argentina para verlo llegar tras completar su primer rally Dakar. “Me quedé con mis nietas, pero estaba feliz”.
Este año, en cambio, tuvo que vivir un duro momento. “Cuando Sebastián va al Dakar, me voy a su casa y paso con mi nuera y mis nietas. Allí esperamos noticias porque mi esposo se va con él”.
Las dos recibieron la dura noticia del accidente en la segunda etapa que le obligó a retirarse. “Nos llamó por teléfono y nos dijo que estaba bien”, sin embargo, esperó hasta su retorno a Quito para verlo y calmar su angustia. Después se confirmó la fractura en una vértebra y el proceso de recuperación que debió seguir.
“Sigo sintiendo los mismos nervios de la primera vez, le entrego su vida a Dios y sé que él le va a cuidar. Si esa es su pasión, yo le respaldaré siempre y le envío mis bendiciones”, añadió Ivonne.
Ayer, acompañó a Sebastián a la presentación del equipo que en enero irá al Dakar 2019, que comenzará en Lima el 6 de enero y finalizará el día 17.
Con ellos estuvo el resto de la familia, como el primer día. María Isabel, la hermana intermedia, fue quien proyectó un video sobre el reto de Dakar. Ella contó con la asistencia del pequeño de la familia, Francisco.
Sebastián Guayasamín con su madre Ivonne Fabara. Foto: cortesía Equipo Dakar Ecuador
Y no podía faltar don Marcos, padre de Sebastián y quien participó en dos ocasiones en la Vuelta Automovilística a la República, de allí heredó la afición tuerca.
“El auto está en Santiago de Chile, en la puesta a punto. Yo estoy en la fase final de mi preparación. Además del trabajo físico diario hemos sumado sesiones en la cama hiperbárica, trabajo con el sicólogo y este año hemos incorporado trabajo de neuro-traker para mejorar la capacidad de reacción mental”, detalló Sebastián Guayasamín, de 38 años.
Dice que ya no falta nada. Que tiene los kilómetros acumulados, más de 60 000 kilómetros, “estamos dando la segunda vuelta al Mundo”. También la experiencia para minimizar errores, “pero siempre en estas participaciones, el primer objetivo, es regresar a casa con vida”, y luego, terminar el rally, que en este año tendrá 10 etapas y se correrá exclusivamente en Perú.
“El 70 % del trayecto será camino de arena y el otro 30, de tierra y piedras. El vehículo hace el doble de esfuerzo para avanzar en la dunas, donde el piso no es firme”, dijo el piloto que irá en enero a su quinto Dakar.
La ‘pickup’ Chevrolet Colorado será su compañera en su misión para vencer al desierto peruano. Por estos días recibe la preparación de los mecánicos. A Sebastián, en cambio, no le faltan los detalles de cariño de su familia le alimentan su espíritu y también su estómago. “Es bien ecuatoriano, le encanta el locro y el hornado. En casa, siempre se le consiente con esos platillos”, finalizó la orgullosa Ivonne, quien se siente bendecida por los tres hijos que trajo al mundo.