Jugadoras de 12 a 35 años se sometieron a las pruebas de Católica. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO.
Lucy Guano fue de las primeras aspirantes a futbolistas que llegaron al complejo de La Armenia para las pruebas de la Universidad Católica, el pasado jueves 27 de febrero del 2020. En una mochila naranja guardaba sus zapatos de fútbol, canilleras, el uniforme de entrenamiento de los ‘camarattas’ de la temporada pasada y los guantes que le regaló su colega Hernán Galíndez.
Hace dos meses trabajaba como preparadora de arqueros de la academia de fútbol de Mabel Velarde. Ahora practica por su cuenta para llegar al inicio de temporada en las mejores condiciones. Guano tiene experiencia, pero debía pasar las pruebas que le exige el club para continuar su sueño de ser profesional. En su puesto de arquera hay pocas aspirantes. De las 30 jugadoras que llegaron al primer día de observaciones, solo compitió con Lesney Paredes, una golera de 17 años que todavía estudia en el colegio Ecuatoriano Suizo.
La Superliga femenina arrancará el sábado 7 de marzo del 2020 con 18 clubes participantes. Por su parte, el torneo de ascenso se iniciará a finales de abril. Este entregará dos cupos a la Serie A y contará con 16 equipos. Como fútbol profesional, los cuerpos técnicos han visto la necesidad de realizar pruebas para armar sus plantillas.
“Volver a entrenarme es como empezar de nuevo. Las chicas llegan desfasadas de práctica deportiva. Toca enseñarles algunas técnicas básicas y eso nos toma más tiempo”, asegura Pablo Cruz, preparador de arqueros del equipo celeste.
Gustavo Tapia, DT del equipo, y sus asistentes Adriana Vivas y Juan Carlos Álvarez armaron un plan para detectar talentos para el torneo de ascenso. Este año, la Católica se puso como objetivo regresar a la categoría de élite.
Una jugadora de Aucas, participa en el torneo de AFNA. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
La base del plantel que descendió el año pasado se desintegró. Algunas fueron contratadas por otras instituciones, otras se quedaron sin club y debieron volver para someterse a las observaciones.
“Todas las chicas pasan pruebas con nosotros. No importa si ya jugaron o no en el equipo. Queremos verlas a todas para conocer en qué nivel estamos y qué podemos trabajar en su formación”, asegura Vivas, mientras está parada en la mitad de la cancha apuntando en su tablero los nombres de los mejores prospectos.
“La chica de rojo tiene algo interesante. La pusimos de volante ofensiva, pero se le nota su vocación defensiva”, dice Vivas en un tono suave a su compañero Álvarez, quien sin reparo detiene el partido en disputa para crear situaciones de pelota detenida.
El cuerpo técnico esperaba observar cerca de 120 jugadoras en tres días de pruebas. Empezaron el jueves y ayer debía culminar con una lista reducida de 23 candidatas.
U. Católica y Aucas probaron durante la semana a nuevos talentos en sus complejos deportivos. La Superliga femenina arrancará el sábado con 18 equipos. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
“Las pruebas en el femenino son distintas. Hay menos jugadas violentas y por lo general vemos pocas aspirantes. Nos enfocamos más en la técnica”, dijo Vivas, quien puso a prueba a jugadoras de 12 hasta 35 años.
En Aucas, ese proceso se inició en octubre del año pasado. El entrenador Samy Ariza presentó el proyecto a la dirigencia oriental para armar un nuevo equipo para disputar el torneo de ascenso.
El estratega colombiano convocó a pruebas abiertas en la cancha alterna del estadio de Chillogallo. Ahí observó 210 jugadoras para el primer equipo y 165 más para las categorías inferiores.
“Estamos en observación constante de jugadoras. Ahora tengo 35 para Primera y 25 para cada categoría juvenil”, comentó Ariza.
Las orientales han aprovechado el tiempo. Se inscribieron en los torneos organizados por AFNA, para foguearse antes de su debut en el torneo.