Mónica Puig gana tenis de Rio-2016 y da a Puerto Rico primer oro de su historia

La tenista puertorriqueña Mónica Puig devuelve una bola a la alemana Angelique Kerber hoy, sábado 13 de agosto de 2016, durante el partido por la final de tenis individual femenino en las Olimpiadas Río 2016, en Río de Janeiro (Brasil). Foto: EFE

La tenista puertorriqueña Mónica Puig devuelve una bola a la alemana Angelique Kerber hoy, sábado 13 de agosto de 2016, durante el partido por la final de tenis individual femenino en las Olimpiadas Río 2016, en Río de Janeiro (Brasil). Foto: EFE

La tenista puertorriqueña Mónica Puig devuelve una bola a la alemana Angelique Kerber hoy, sábado 13 de agosto de 2016, durante el partido por la final de tenis individual femenino en las Olimpiadas Río 2016, en Río de Janeiro (Brasil). Foto: EFE

La tenista puertorriqueña Mónica Puig derrotó este sábado a la alemana Angelique Kerber en la final olímpica del tenis femenino, por 6-4, 4-6 y 6-1, dando a su país la primera medalla de oro de su historia.

Seguramente se trate de una de las mayores sorpresas del tenis olímpico ya que Puig aún no ha pisado nunca el Top10, y el oro acababa siempe colgado de una tenista contrastada (Steffi Graf o las hermanas Williams, entre otras) , al menos desde que volvió al programa olímpico (Seúl-1998) .

El bronce fue para la checa Petra Kvitova.

Puig se convierte, además, en la sucesora de la argentina Gabriela Sabatini, la única tenista latinoamericana que tenía hasta ahora una presea olímpica en individuales (plata en Seúl-1988) . “ ¡Viva Latinoamérica!. La voy a representar hasta que me muera. Ojalá esto sirva para que enseñe a todas las mujeres latinas que todo se puede conseguir en la vida ” , dijo la tenista ante los periodistas.

Contando todas las categorías, es la novena medalla del tenis de la región en esta disciplina. Y serán 10, ya que el argentino Juan Martín del Potro también se coló en la final masculina el domingo, asegurando al menos la plata.

La puertorriqueña ha jugado en Rio la mejor semana de su aún corta carrera (22 años) . Con el paso de cada eliminatoria, la joven fue ganando una confianza y una seguridad en su juego impropia de una jugadora cuya clasificación más alta en el ranking mundial es el puesto 34º, alcanzado precisamente antes de la disputa de los Juegos.

Corazón y alma latina

“Puse mi corazón y mi alma en la cancha”, dijo Puig en la conferencia de prensa, donde entró al grito de “I did it, yes!” ("¡Lo conseguí, sí!").

Preguntada por la clave para explicar el nivel mostrado en Rio-2016, la boricua respondió: “La fe que tengo en mí misma, sabía que una cosa grande estaba a punto de llegar”.

Tras ganar el primer set después de haber logrado dos 'breaks' ante la alemana (6-4) , Puig pareció tener la victoria muy cerca cuando desaprovechó una ocasión para ponerse 3-0 y con dos 'breaks' de ventaja en el segundo parcial.

Y cuando Kerber forzó el tercer set (4-6) , los boricuas pudieron pensar que su compatriota pagaría su inexperiencia en situaciones así ante la número 2 mundial, que este año ha ganado el Abierto de Australia y fue finalista de Wimbledon (jugando en ambos casos contra Serena Williams) .

Acompañada por los gritos de “ ¡sí se puede, sí se puede! ” , con los que los aficionados puertorriqueños acompañaban a la tenista tras cada punto, Puig, que sólo ha ganado un título en el circuito femenino (y fue en Estrasburgo-2014) , jugó un último set demostrando mucha madurez.

El revés a dos manos, un obús

Kerber acabó desesperada, incapaz de poder responder a los obuses que salían de la raqueta empuñada por el 'huracán' Puig, sobre todo con su revés a dos manos.

La boricua volvió a tomar la iniciativa en el tercer set, colocándose con 3-0, a solo tres juegos del sueño dorado.

La alemana no aguantó la presión y acabó perdiendo el partido tras 2h09 de dura batalla. “Ella mereció ganar”, dijo deportivamente la alemana. “Lo metió todo, jugó un gran partido. No es el metal que quería pero es una plata”, añadió.

Puig hizo que el grito de “¡sí se puede!” del público puertorriqueño acabase siendo una realidad.

Sus llantos en el podio, que le impidieron cantar la Borinqueña, el himno puertorriqueño que sonó por primera vez en unos Juegos, pasarán a la historia de la isla caribeña.

“Estoy muy contenta de haber hecho historia para Puerto Rico y eso vale oro para mí”, concluyó tocándose la dorada que le colgaba del cuello.

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