La nadadora Jeanette Ottesen de Dinamarca en un entrenamiento en el el Parque Olímpico de Río de Janeiro, el 1 de agosto del 2016. Foto: Patrick B. Kraemer/ EFE
Los Juegos de Río de Janeiro, los primeros en Sudamérica, aún tienen problemas por resolver. Sin embargo, las delegaciones de los 206 países siguen ingresando a la polémica villa olímpica, cuyas instalaciones no colman las expectativas de los deportistas.
En el lugar hay 34 000 camas, 72 000 mesas, 100 000 sillas y 60 000 perchas para la ropa. Cada día se prepararán 60 000 comidas. Se repartirán 450 000 preservativos gratis, un récord. A cada atleta le tocarían 42.
Esta edición costará USD 11 000 millones, incluyendo las obras de infraestructura que se construyeron. Participarán 10 500 deportistas de 206 países.
Y Estados Unidos tendrá la delegación más numerosa, con 555 deportistas mientras que Afganistán, Dominica y Togo con uno. En 17 días se repartirán 2 488 medallas: 811 de oro, 811 de plata y 866 de bronce.
El fútbol masculino tendrá a 16 selecciones compitiendo por el oro. Entre los 288 jugadores, el más costoso es Neymar cuyo pase cuesta USD 120 millones. Le sigue su compatriota Marquinhos con USD 39 millones.
El Comité Organizador contará con 85 000 efectivos de seguridad entre Policía, Ejército y civiles, y el costo del plan será de USD 850 millones.
Algunos países han ofrecido recompensas económicas a los deportistas que retornen con el oro olímpico. Entre los sudamericanos, el presidente Evo Morales ofreció USD 50 000 y Perú USD 59 500.