El ciclista Jonathan Caicedo conformó el Team Medellín desde este año. Vendrá a competir en la Vuelta al Ecuador. Foto: Cortesía
Aún no termina de procesar el título de campeón que logró una semana atrás.
“Participar en la Vuelta a Colombia parecía algo lejano. Terminar de correr todas sus etapas era una ilusión. Jamás pensé que la iba a ganar”, relató Jonathan Caicedo, el primer ciclista ecuatoriano en lograr el primer lugar en la carrera de ruta emblema del continente.
“He recibido felicitaciones de mucha gente. Les agradezco y les digo que estoy feliz. Internamente, aún no me lo creo. Cada mañana, cuando despierto, aún dudo de si gané o no. Me digo, sí, gané”.
Cuando habla de esas 13 etapas, lo hace con pausas. Cuenta con mucho detalle aquellas mañanas que le tocaba madrugar a las 04:00, porque una hora después ya debía estar desayunando. “Fue todo muy rápido. A las 07:00 ya estábamos en el lugar de partida, las etapas comenzaban por lo general a las 09:00 y terminaban a las 13:00”.
Le tocaba quedarse casi una hora para cumplir con los protocolos de premiación, vestir de amarillo como líder de la Vuelta, por 10 días. Luego ir al hotel, comer, ir al fisioterapeuta para que, con masajes de 30 minutos, recuperara músculo. La cena y a dormir a las 20:00. “Nos mandaban a las habitaciones, pero no se podía conciliar el sueño. Recién a las 23:00 me quedaba dormido”.
Si sintió más presión conforme avanzaron los días en los que los rivales le ‘atacaban’ en la ruta, querían forzar su ritmo de carrera, “había que afrontar los jalones, para evitar que se acercaran en la clasificación”.
Esa situación, de defender su primer lugar, le permitió conocer las condiciones físicas de su cuerpo, cómo reaccionaba en ascensos, descensos y en esas estrategias donde querían despojarle del primer lugar.
“Pese a las etapas, duras y extensas, puedo decir que jamás estuvo en duda el primer lugar. Me esforcé al máximo”.
Esa fortaleza física tuvo dos complementos. “El trabajo del equipo. Fue incondicional. Antes de la Vuelta se decía que el líder del Team Medellín era Óscar Sevilla, pero un día antes me dijo que me veía muy bien y que todos trabajarían por mi título”.
Agradeció ese desprendimiento, pero sobre todo sus lecciones. “Durante toda la vuelta me dio consejos, hablamos de las estrategias, pero sobre todo creía en mí”.
A sus compañeros de equipo también les dijo gracias. “Muchos renunciaron a las victorias en etapas o en metas volantes para cuidarme y no permitir que los rivales descontaran la ventaja”.
En esas 10 etapas se distanció de sus perseguidores por 50 segundos, en promedio. “Ellos me llenaron de confianza y motivación”. Dijo que esa fortaleza mental fue determinante en las dos últimas etapas. “Pese a que nunca me presionó el equipo, empecé a sentir nervios porque todos ya hablaban de un posible triunfo. Fue difícil manejar esa situación, pero al final todo salió bien”.
Hace una semana llegó a Santa Marta de Cuba, un cantón rural de Carchi, donde fue recibido por todos sus coterráneos. “El trofeo, que tanto lo soñé, está ahora en casa de mis padres. Allí lo vamos a colocar en un lugar muy alto”.
Lo entregó a sus padres, Gerardo y Rosa María. Su madre, en un principio no estuvo de acuerdo con su decisión de practicar el ciclismo. Quería que siguiera la carrera de Ingeniería Agrónoma. Cursó hasta el segundo semestre y luego dejó los estudios por la bicicleta. “Los dos están muy felices con este triunfo. Al principio, mi madre no quería que fuera ciclista, más aún cuando regresaba a la casa con alguna lesión o lastimado por alguna caída”.
Ha pasado una semana con sus progenitores, en el campo donde creció y ayudó a labrar. Espera una llamada que confirme su fichaje con un equipo de Europa. “Este año hemos logrado muchos triunfos para concretar mi incorporación con un equipo del extranjero”.
En efecto, fue segundo en la Vuelta a Asturias y tercero en la Vuelta a Madrid. Fue líder de la Clásica RCN, ganó una etapa en esta competencia, la segunda en importancia en Colombia.
Su mánager es el mismo que proyectó a Richard Carapaz a Movistar Team, en España, y a Jhonatan Narváez en el Quick Steep, en Bélgica. “Queremos concretar con un equipo que trate bien a los sudamericanos. Que participe de manera permanente en vueltas y carreras en Europa. Me dice que tenga paciencia, pero hay ansiedad porque he luchado mucho
por ello”.