Ali Bin Al Hussein, candidato a la presidencia de la Fifa, en Luque, Paraguay, el 25 de enero del 2016 en el Comité Ejecutivo de Conmebol. Foto: Norberto Duarte /AFP
Si algún desprevenido vio la actitud de Gianni Infantino y el príncipe Ali bin Al Hussein, candidatos a presidente de la FIFA, en el Congreso de la Conmebol en Luque, no tendrá dudas a quién irán a parar los diez votos de Sudámerica en la elección del 26 de febrero.
Mientras el suizo repartió abrazos, saludos y sonrisas a cada uno de los dirigentes de la región, ya sea del comité ejecutivo como de los clubes de la flamante Liga Sudamericana, el jordano casi no apareció por el lobby del hotel Bourbon, en las afueras de Asunción. Y cuando lo hizo, con un elegante traje oscuro, se mostró solitario, lejos del alto perfil de su competidor. Solo por la noche Ali mostró su personalidad, cuando expuso ante el Comité Ejecutivo de la Conmebol. “Mi proyecto es unir al fútbol”, afirmó el jordano tras su presentación, en la que además escuchó las demandas de los directivos locales. El dirigente que perdió las elecciones en mayo ante Joseph Blatter se mostró confiado en lograr esta vez la victoria.
Foto de archivo tomada el 18 de de octubre de 2015 del secretario general de la UEFA, Gianni Infantino, durante el sorteo para la Eurocopa UEFA 2016 en Nyon (Suiza). EFE
“Me siento más fuerte. Si todo transcurre con normalidad, siento que puedo ganar”, destacó. Más tarde fue el turno de la exposición del secretario general de la UEFA arribó a Paraguay para buscar los votos sudamericanos. “Es parte de la campaña a la presidencia”, le dijo el suizo a la agencia dpa sobre su presencia en la capital paraguaya. “Siempre asistimos a este tipo de congresos”, añadió Infantino, que llegó a Sudamérica después de haber estado en el Caribe como parte de sus actos de cara a las elecciones del 26 de febrero en Zúrich. Con vestimenta informal, su atuendo lejos estaba de ser el de sus habituales apariciones públicas. Hace una semana, Infantino confirmó que la Unión Europea de Fútbol (UEFA) financiará su campaña con 500 000 euros para que visite diferentes lugares del mundo. Además, obtuvo el apoyo de casi todas las federaciones europeas.
El suizo, de 45 años, aspira a ser elegido como presidente del ente rector, en una votación en la que competirá, además de Al Hussein, con el sudafricano Tokyo Sexwale, el jeque de Bahréin Salman bin Ibrahim al Khalifa y el francés Jérôme Champagne.
Infantino, promovido por la UEFA como candidato después de la suspensión de Michel Platini, se mostró junto al presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar. “No hablo en España, no voy a hablar aquí”, le dijo el dirigente español a dpa. El hijo de Villar, Gorka, es el director general de la Conmebol. Por la tarde, justo antes del comienzo de la reunión de comité ejecutivo, Infantino bajó al hall del hotel con un impecable saco azul y compartió el momento con sus pares sudamericanos. Allí saludó de manera efusiva al nuevo presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, y acto seguido lo hizo con Rodolfo D’Onofrio, titular de River Plate de Argentina.
Así lo hizo con el resto de las comitivas, incluso hasta la puerta de entrada de la sala de reuniones. Por el contrario, Al Hussein ni siquiera compartió el momento, tal vez tomando conciencia hacia donde irán los diez votos sudamericanos. Hasta la elección del año pasado, Sudamérica siempre había votado al suizo Joseph Blatter, a la rastra de lo que mandaba el argentino Julio Grondona, el influyente ‘número dos’ de la FIFA. Sin embargo, después del terremoto del 27 de mayo, cuando la policía suiza, por orden de la justicia estadounidense, detuvo al uruguayo Eugenio Figueredo y al venezolano Rafael Esquivel, entre otros dirigentes salpicados en el ‘FIFAGate’, el bloque de la región se partió y hubo federaciones que votaron a Blatter y otras que lo hicieron por Al Hussein. Si las imágenes de hoy no engañan, los votos del 26 de febrero parecen más que claros.