La ecuatoriana de 27 años cumple con su segunda experiencia internacional, tras su paso por Patriotas de Colombia. Foto: Instagram/gigi_moreira.
Ligia Moreira cumplió uno de sus sueños hace tres semanas, cuando levantó su primer título de campeona fuera del Ecuador. La futbolista, junto a su club Sao José, de Brasil, consiguió el trofeo de los Juegos Regionales de San Sebastián.
La zaguera, de 27 años, milita en el club brasileño desde marzo pasado, tras firmar un contrato que la vincula hasta noviembre próximo. Es su segunda experiencia internacional, luego de su paso por el club Patriotas Boyacá, de Colombia.
“El nivel de acá es alto, se juega muy rápido. Jugamos cuatro torneos en el año, dos partidos por semana; al principio me costó la adaptación porque no estaba acostumbrada a ese ritmo”, le contó la deportista manabita a este Diario.
Tras el título alcanzado en el torneo regional, su equipo se clasificó a los estaduales de noviembre. Por ahora disputa el torneo paulista y el Brasileirao.
‘Gigi’ cuenta que cuando fichó por el cuadro paulista tenía dos meses sin jugar, por lo que debió mejorar su estado físico. Recibió la bienvenida del entrenador Kléber, quien siguió su carrera y la felicitó por su participación en el mundial femenino de Canadá 2015.
Cuenta que el idioma fue otro de los obstáculos que debió superar durante su período de adaptación. No entendía las indicaciones del entrenador ni de sus asistentes durante los partidos y entrenamientos, por lo que decidió practicar portugués con sus compañeras, en sus tiempos libres.
Ahora, que se siente adaptada, jugar dos partidos por semana le resulta entretenido. Compara esto con los torneos que jugó en Ecuador, mientras militaba en Rocafuerte y Siete de Febrero, cuando los campeonatos duraban poco más de cuatro meses.
“Acá el fútbol se vive de otra forma, se apoya mucho en los partidos femeninos. Es impresionante ver a la gente alentando, principalmente a los equipos grandes como Corinthians, que tiene mayor despliegue”, dijo la deportista.
Pese a eso, reconoce que en Sudamérica todavía falta apoyo para el desarrollo del balompié femenino. Espera que con las recomendaciones de la FIFA para potenciar esta categoría, la región empiece a masificar la disciplina.
Es la primera ecuatoriana que juega en un club profesional de Brasil, por lo que siente una responsabilidad extra. “El fútbol de nuestro país está en desarrollo y las que jugamos en el exterior tenemos el reto de abrir puertas para que esto siga creciendo”, dijo.
Destacó la temporada que realiza Kerly Real en España, las participaciones de Ámbar Torres y Andrea Vera en los torneos universitarios de Estados Unidos y el reciente traspaso de Alexandra Salvador a Inglaterra.
“Esta generación (la que jugó el mundial de Canadá) busca mostrar la calidad de las ecuatorianas y estoy segura que las chicas seguirán saliendo y dejando en alto el nombre del país”, dijo la manabita.
Desde Brasil está pendiente de la escuela formativa de fútbol que administra, junto a su hermana Gissela. La academia le da satisfacción, porque tres de sus estudiantes militan en la SuperLiga Femenina: dos de ellas están en el Guayaquil City y una en Emelec. Sus discípulas la enorgullecen.