Galeano y el 'orgasmo del fútbol'

Eduardo Galeano

Eduardo Galeano

El escritor Eduardo Galeano, que falleció este 13 de abirl, era un amante del fútbol. Foto: EFE

Todos los uruguayos nacemos gritando gol”, es la frase inicial del libro “Fútbol a Sol y Sombra”, donde Eduardo Galeno, el escritor de las “Venas Abiertas de América Latina”, develó todo su amor por el fútbol. También su frustración porque “la pelota y yo nunca pudimos entendernos”, escribió en el prólogo.

Siempre frontal también se refirió a las estructuras, protagonistas y decisiones que han transformado al rey de los deportes en “uno de los negocios más lucrativos del mundo”.

Fue Galeano quien definió al GOL como “el orgasmo del fútbol.
Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos”.

EL HINCHA dijo que “una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio… Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles, batiéndose a duelo contra los demonios de turno”.

Al referirse al JUGADOR dijo que “había empezado por el placer de jugar, en las calles de tierra de los suburbios, ahora juega en los estadios por el deber de trabajar y tiene la obligación de ganar o ganar. Los empresarios lo compran, lo venden, los prestan; y él se deja llevar a cambio de la promesa de más fama y dinero. Cuanto más éxito tiene, y más dinero gana, más preso está. Sometido a disciplina militar, sufre cada día el castigo de los entrenamientos feroces y se somete a los bombardeos de analgésicos y las infiltraciones de cortisona que olvidan el dolor y mienten la salud”.

Fue duro al definir la historia del fútbol como “un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable”.

A los periodistas llamó “doctores del fútbol”, porque nunca se equivocan; al fanático el hincha en el manicomio y al ídolo como la fuente de la felicidad pública.

Le hizo un homenaje a Moacir Barbosa, el arquero de Brasil en el histórico “Maracanazo” cuando el 'scrach' cayó 2 por 1 ante Uruguay.

“En tantos años de fútbol, Barbosa evitó quien sabe cuántos goles, sin lesionar jamás a ningún delantero”. Pero recibió el gol de Ghiggia que marcó su vida. “En 1993 durante las eliminatorias al Mundial de Estados Unidos, él quiso dar aliento a los jugadores de la selección brasileña. Fue a visitarlos a la concentración, pero las autoridades le prohibieron la entrada”.

Barbosa comentó: “En Brasil, la pena mayor por un crimen es de 30 años de cárcel. Hace 43 años que yo pago un crimen que no cometí”.

Eduardo Galeano murió hoy en Montevideo, Uruguay.

Suplementos digitales