Tito Manjarrez dejó a El Nacional en crisis

Manuel Balda (centro) y sus compañeros de equipo se lamentan tras la caída 3-1 ante Católica, el pasado domingo. Foto: API para Grupo EL COMERCIO

Manuel Balda (centro) y sus compañeros de equipo se lamentan tras la caída 3-1 ante Católica, el pasado domingo. Foto: API para Grupo EL COMERCIO

Manuel Balda (centro) y sus compañeros de equipo se lamentan tras la caída 3-1 ante Católica, el pasado domingo. Foto: API para Grupo EL COMERCIO

A las 11:34 del martes 9 de abril de 2019, el general Tito Manjarrez abandonó la sede de El Nacional, en el sector de la Jipijapa. Vestía saco azul, pantalón gris y gafas oscuras. Llevaba un envase de bebida hidratante de sabor tropical fruit en la mano derecha y un documento de una notaría, en la izquierda. Sonreía. Pidió no ser entrevistado y se subió a su automóvil.

Una hora antes, el club, a través su Departamento de Prensa, había informado la renuncia al cargo del presidente del cuadro criollo. En el documento oficial se detalló: “El club deportivo El Nacional informa a su masa societaria, a su fiel hinchada y a la opinión pública que ha renunciado el general SP Tito Manjarez (sic) Lascano a la presidencia de la institución, en reunión de directorio realizada este lunes”.


El cuadro criollo fue fundado en 1964 y tiene 13 títulos nacionales. En los últimos años vive una crisis económica y deportiva: no es campeón desde la temporada 2006.

En su segundo período como presidente, el general retirado estuvo en el cargo desde el 2016. Fue un mandato con turbulencias y altibajos en lo deportivo: en su primer año se clasificó a la Copa Libertadores como tercero de la tabla, detrás de Barcelona Sporting Club y el Club Sport Emelec; al año siguiente, el equipo se clasificó a la Copa Sudamericana; pero en el 2018, el cuadro rojo descendió al quedar undécimo entre 12 clubes. Fue readmitido por la Liga Profesional en esta temporada para dar forma al proyecto de 16 equipos en la Serie A.


Las últimas semanas fueron especialmente duras y angustiosas para el directivo que, en el 2005, durante su primera administración del equipo, logró un título nacional.

Hace 15 días, antes del partido ante Olmedo en Quito, el primer equipo decidió no concentrarse en el complejo de El Sauce. Los jugadores decidieron solidarizarse con los trabajadores administrativos, que no han cobrado sus sueldos durante los dos últimos meses.


El déficit que arrastra el club llega a los USD 3 millones, según Manjarrez. Él, semanas atrás, argumentó que en su gestión pagaron USD 3 millones de deudas. Y que el presupuesto para esta temporada supera los USD 4 millones.


La plantilla, además, no ha cobrado el mes de marzo. El sábado, según fuentes del mismo plantel, el equipo tenía previsto no concentrarse antes del duelo con Universidad Católica (El Nacional perdió 3-1 ). Sin embargo, los directivos pagaron parte de la deuda al personal administrativo, sobre todo a los empleados que atienden a los futbolistas.


Los problemas se multiplicaron en el cuadro que marcha en el puesto 13, entre 16 en la tabla de posiciones, con cuatro unidades. El pasado viernes, la Ecuafútbol exhortó a la dirigencia a que se realizara la Asamblea de socios, un evento que debía cumplirse en enero.

El pedido llegó luego de una denuncia presentada por el socio Washington Andrade ante la Secretaría del Deporte, el 6 de febrero. En dicha comunicación, el abogado alertaba sobre los incumplimientos de la directiva en la rendición anual de cuentas de la institución. La Secretaría derivó el caso a la Ecuafútbol, que pidió a su vez a El Nacional que cumpla con dicho procedimiento.

El escenario para Manjarrez en la Asamblea era complicado. Grupos de socios -como la agrupación Gente Roja- esperaban la realización de esta sesión para pedir la renuncia del presidente. El general Luis Lara quedó a cargo de la institución. Está previsto que en las próximas horas, el directivo realice la convocatoria a una Asamblea. El martes 9 de abril, en la tarde y noche, estaba previsto que él y el resto de la directiva se reunieran. 


Andrade sostiene que en dicha reunión debería producirse la renuncia de los demás dirigentes y el nombramiento de una directiva provisional, la cual llamaría a elecciones para final de año.


En ello coincide Fabián Altamirano, exsocio. Él se desafilió el 2018, luego de que la directiva le notificara que había perdido su condición de socio por haberse atrasado en las mensualidades. Aunque él demostró que el monto sí se le había descontado, decidió desafiliarse. “El equipo olvidó por mucho tiempo al hincha, al socio. Siempre dije que cuando el general deje el equipo yo volveré a afiliarme. Lo voy a hacer en los próximos días”, indicó.

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