Felipe Sánchez (izq.), segundo asistente técnico del Independiente; Miguel Ángel Ramírez (centro) entrenador y Fran Trujillo (der.), preparador físico del conjunto de Sangolquí. Foto: David Paredes / EL COMERCIO
Antes de empezar los entrenamientos, Miguel Ángel Ramírez, entrenador de Independiente del Valle, suele recorrer las dos canchas principales del complejo de Chillo-Jijón. Camina junto a su asistente técnico, el argentino Martín Anselmi. En sus manos lleva una tablet, donde tiene registros de los trabajos físicos, técnicos y tácticos que realizan los futbolistas.
El DT español es de esos técnicos que basan su planificación en la data de los rivales y en los videos de partidos y de las prácticas. Trabaja con minuciosidad sobre cada jugada. No es de los que detiene las acciones en medio de la práctica, prefiere explicar sobre la marcha qué se está haciendo mal.
En esa dinámica cuenta con Anselmi, siempre al borde de la cancha, mientras que Felipe Sánchez, otro español y quien es su segundo asistente, observa desde lo más alto del graderío. Tiene una visión panorámica de las acciones, mientras Ramírez sigue el esférico y supervisa los entrenamientos.
Esa forma de trabajar sedujo a la directiva, que hace dos meses decidió que Ramírez reemplazara al también europeo Ismael Rescalvo. Los dirigentes, encabezados por Michel Deller, querían una continuidad en el proceso y sobre todo que se mantenga el estilo e identidad de juego que se estaba consolidando.
Con esta metodología, los rayados son semifinalistas de la Copa Sudamericana, al eliminar a Independiente de Argentina, y están en el pelotón de los ocho primeros (zona de ‘play-offs’) en la LigaPro.
“El entrenador tenía que estar alineado con nuestros valores y principios, pero sobre todo debía mantener la esencia del club. Lo mejor que le podía pasar a Independiente era la llegada de Miguel Ángel. Al ser nuestro director deportivo, lleva el ADN del club. Habla diferente y llega con más facilidad y honestidad a los jugadores”, destacó Deller.
En Independiente del Valle, desde el año pasado hicieron una gran apuesta por métodos europeos. Roberto Olabe fue el primero en llegar a Sangolquí y en el mes que estuvo como director deportivo dejó trazado el camino para que Ramírez continuara el proceso.
“En formativas manejamos un método de entrenamiento en el que intentamos enseñar al jugador todos los conceptos. En primera hacemos algo distinto, porque estamos más enfocados a la competencia y al rendimiento. Pero mantenemos el modelo de juego que es común en el club. Nos basamos en la tenencia de la pelota y la posición de los jugadores en la cancha en función del rival”, asegura el estratega.
Para Ramírez, su presencia en el banquillo no responde al continuismo de un estilo. Él ha buscado la forma de que ahora sus pupilos asimilen otros conceptos que con Rescalvo no se enfatizaban o no se trataban.
IDV semifinalista de la Sudamericana
Luis Segovia (der.) de Independiente del Valle pelea la posesión del balón con Francisco Pizzini de Independiente de Avellaneda este martes 13 de agosto del 2019 durante el partido de los cuartos de final de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito (Ecuador). EFE
Luis Fernando León (izq.) de Independiente del Valle pelea la posesión del balón con Sebastián Palacios de Independiente de Avellaneda este martes 13 de agosto del 2019 durante el partido de los cuartos de final de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito (Ecuador). EFE
Martín Campana (izq.) guardameta del Independiente de Avellaneda detiene el balón durante el partido de los cuartos de final de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito, el 13 de agosto de 2019. AFP
El entrenador de Independiente del Valle de Ecuador, Miguel Ángel Ramírez, gesticula durante el partido de los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2019 jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito, el 13 de agosto de 2019. AFP
Richard Schunke (der.) del Independiente del Valle pelea la posesión del balón con Sebastián Palacios (izq.) de Independiente de Avellaneda este martes 13 de agosto del 2019 durante el partido de cuartos de final de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito (Ecuador). EFE
Daniel Nieto (izq.) del Independiente del Valle celebra el gol anotado al Independiente de Avellaneda este martes 13 de agosto del 2019 durante el partido de cuartos de final de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito (Ecuador). EFE
Daniel Nieto de Independiente del Valle celebra un gol ante Independiente de Avellaneda este martes 13 de agosto del 2019 durante el partido de la Copa Sudamericana jugado en el estadio Olímpico Atahualpa en Quito (Ecuador). EFE
“A simple vista sí parece que hay una línea continuista. Pero hay fundamentos diferentes a los que se venían trabajando con el cuerpo técnico anterior. Defensivamente buscamos que el comportamiento sea distinto y queremos ser más agresivos y presionar más arriba de lo que se estaba acostumbrado”, aclara el estratega.
Esas cualidades también fueron bien vistas por la dirigencia. Según Santiago Morales, dirigente del club, esa ‘españolización’ del fútbol de Independiente era un paso que se tenía y se quería dar. Buscaron acercarse lo más que se pueda a metodologías europeas y encontraron en la Academia Aspire, de la que son socios, los ingredientes para lograrlo.
“Tratamos de llevar el fútbol a otro nivel. Nos hemos adaptado a eso y hemos implementado el modelo europeo a nuestras formativas. Creemos que se alinea a los intereses de la directiva. Tanto a Rescalvo como a Ramírez les hemos pedido que se analice todo. Desde el juego de la Sub 12 hasta el equipo de primera. Así vamos generando un ADN desde los más pequeños”, dijo el gerente administrativo del IDV.
Ese fútbol europeo se basa en enseñarle al deportista la lógica interna del juego, a través de la posesión, de la progresión y de la finalización. Instauró conceptos como el de los 38 metros, que es la distancia que hay entre líneas de juego, y la presión alta.