Hinchas del Flamengo rinde homenaje a las víctimas del incendio. Foto: Fernando Souza. Foto: Fernando Souza / AFP
El clásico del fútbol carioca Flamengo vs. Fluminense rendirá homenaje este jueves 14 de febrero de 2019 en el estadio Maracaná a los 10 jugadores de las categorías de base del ‘Fla’ que murieron en un incendio en instalaciones del club la semana pasada.
Entre los tributos que prepara el Flamengo está el lanzamiento de globos blancos, el despliegue de banderas con fotos de los adolescentes y la estampa de sus nombres en las camisetas de los jugadores.
También se respetará un minuto de silencio antes del inicio de la semifinal de la Copa Guanabara, programada para el sábado pasado pero postergada por la tragedia. “Será muy difícil para mí, no será un partido cualquiera, un clásico más”, afirmó emocionado el mediocampista del Flamengo, Willian Arao, en una conferencia de prensa este miércoles.
A pedido de las familias, “voy a cargar conmigo el nombre de dos de ellos [Jorge Eduardo y Rykelmo Viana] y también su sueño de ver el Maracaná repleto”, añadió el jugador antes del último entrenamiento en el complejo Ninho do Urubú, el mismo lugar donde murieron los adolescentes el viernes pasado.
En el área devorada por las llamas se alojaban jugadores de las categorías de base, principalmente provenientes del interior de Brasil. De los tres jóvenes atletas que resultaron heridos, uno fue dado de alta el martes y otros dos permanecen internados, uno de ellos en terapia intensiva por quemaduras y lesiones en las vías respiratorias.
Mientras avanzan las investigaciones para determinar las causas del incendio, que aparentemente comenzó en un dispositivo de aire acondicionado, la justicia de Río de Janeiro prohibió este miércoles 13 de febrero de 2019 la entrada de menores de edad al complejo de entrenamientos, ubicado a 50 km del centro de Río.
En caso de que no cumpla la orden, el club deberá pagar una multa de 10 millones de reales (USD 2,7 millones) y su presidente otro millón, dictaminó el juez. Con edades entre 14 y 17 años y futuros prometedores en el fútbol, las víctimas se formaban en el ‘Mengao’ con la ilusión de llegar a despuntar en uno de los clubes con más hinchas del país.