Franklin Tello es empresario quiteño nacido en 1964 y graduado en Ingeniería Comercial. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Entrevista a Franklin Tello, presidente de Independiente del Valle
¿Cuál es el techo del club en la Libertadores?
Llegar adonde hemos llegado nos pone a soñar que el techo es la final. Pasar desde el repechaje a fase de grupos, ahora a cuartos, nos permite soñar, lógicamente con los pies en la tierra, sabiendo que se compite con equipos fuertes, consolidados y de mucha experiencia.
¿Es un sueño estar en esa instancia copera?
Es un sueño de no creer todavía. La vara queda alta. Es un desafío para quienes estamos liderando esta institución. Esperamos llegar lo más lejos.
¿Pero aún no han sido campeones locales y apuntan a una copa?
No nos pusimos como meta ser campeones de la Libertadores. En eso tengo que ser sincero. Sí, tenemos un anhelo inmenso de llegar a ser campeones del fútbol ecuatoriano. Nos propusimos esa meta y hemos estado cerca. Hemos sido vicecampeones. Fuimos terceros dos ocasiones. Esa meta continúa. Los resultados internacionales se han dado
porque vamos acumulando experiencia, trayectoria. Los procesos están dando resultados. El modelo administrativo está funcionando.
¿Cuánto ayuda la inyección de los premios al presupuesto del club?
Para un club con presupuesto pequeño (entre USD 5 y 5,5 millones) representa un ingreso importante. Jugamos contra clubes con presupuestos de USD 40, 50 y 60 millones. Esos ingresos representan un valor importante, pero hay que mencionar que una buena parte de esos se van en gasto, en los viajes, en premios para los jugadores y el cuerpo técnico y en impuestos.
¿Qué porcentaje?
Es información que preferimos mantener confidencialmente, porque son números negociados con jugadores, cuerpo técnico y que corresponden a la realidad del club. Es una parte importante.
¿No les falta invertir para ser campeones locales?
Eso se analizó al inicio de año. Cuando llegamos al acuerdo con Pablo Repetto y su cuerpo técnico, para una temporada más, le dijimos más o menos el plantel con el que se podía contar y el presupuesto. No se puede contratar jugadores costosos. En ese sentido, Pablo ha leído la misión de la directiva.
¿Es más fácil manejar un club sin la presión de la hinchada, como en Liga, Barcelona, Emelec?
Creo que sí. Sin duda. Si vamos a comparar la presión de la hinchada, me imagino que es una variable importante en la ecuación dirigencial. Creo que hemos tenido esa tranquilidad para gestionar el proceso. Soñamos con tener una hinchada grande. Es uno de nuestros objetivos.
Tres años cerca de jugar una final local. ¿Tiene plazo ese objetivo?
Uno no puede decir la meta es el próximo año o este. Se compite en buena lid con 11 equipos y partidos, temporadas y procesos y hay variables. Cada vez que armamos el equipo pensamos en pelear el campeonato. Eso, como dirigentes, lo tenemos claro.
¿Cuál es la clave para no generar déficit?
Tener una gestión financiera responsable. Presupuestos que se revisan permanentemente y se discuten. Ha sido importante el proceso de cantera. Promover jugadores ha permitido que el club en primera división ha hecho tener presupuestos cautos.
¿Están abriendo más escuelas del club en el país?
Las escuelas son un esquema de franquicia que tenemos, con una metodología para los niños que se entrenan en la tarde, que puedan nutrirse. Hay un proceso en el cual los entrenadores de las inferiores chequean a los chicos.
¿Cómo va la construcción del estadio?
Es un objetivo importante desde hace tres años, como parte del proyecto institucional. Hay opciones y estamos gestionando la ubicación, las adecuaciones. En el mediano plazo vamos por buen camino.
Hoja de vida.
Empresario quiteño nacido en 1964. Es graduado en Ingeniería Comercial y es alto ejecutivo de la empresa KFC (Vicepresidente). Se vinculó al proyecto de Independiente por invitación de Michell Deller desde el 2007. Fue nombrado Presidente de Independiente del Valle desde el 2014.