El nadador tricolor Esteban Enderica, durante la prueba de aguas abiertas en Perú. Foto: Secretaría del Deporte
No es producto de la casualidad porque detrás de su oro ha existe un proceso, detalla Esteban Enderica, campeón panamericano de los 10 km de aguas abiertas. El azuayo, de 28 años, vive el mejor momento de su carrera deportiva.
El año pasado alcanzó dos medallas de oro en los Sudamericanos de Cochabamba,en la piscina en los 1 500 metros estilo libre y en los 10 kilómetros de aguas abiertas. Además, se ubicó cuarto en el Campeonato Pan Pacific, en Tokio.
En marzo de este año fue designado el abanderado de la delegación nacional para los Juegos Bolivarianos de Playa, en Argentina. Allí también ganó la medalla de oro en los 10 kilómetros en aguas abiertas.
Hace tres semanas se quedó a dos segundos de conseguir el cupo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Finalizó undécimo en los 10 kilómetros de aguas abiertas del Campeonato Mundial Gwangju 2019, en Corea del Sur, y solamente a los 10 primeros se les otorgó el cupo olímpico.
Su nueva victoria la consiguió en la laguna de Bujam, acompañado de sus tres hermanos y sus padres, como casi siempre, pues la natación es está en el ADN de la familia.
Creció en una piscina, porque sus hermanos mayores, Santiago, Juan Fernando (ahora su entrenador) y Xavier, quien se desempeñó como Ministro del Deporte entre 2015 y 2017, ya eran nadadores cuando él nació, pues le llevan entre 9 y 11 años. Todos competían en torneos nacionales e internacionales.
Enderica demoró en identificarse con el deporte de alta competencia. Le molestaba ir a practicar. Cuando cumplió 15 años, un entrenador le dijo que si se decidía podía ser mejor que sus hermanos, que ya eran seleccionados nacionales.
Aceptó el desafío y desde entonces ha sumado victorias. Participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y de Río de Janeiro 2016. Tiene títulos nacionales, sudamericanos y panamericanos.
El 2017 fue el peor de su vida porque tuvo que someterse a una intervención quirúrgica luego de que se fracturó el hombro. Casi todo el año se sometió a un proceso de rehabilitación pero, por más doloroso que resultó, jamás pensó en el retiro. Las sesiones fuera de la piscina le hicieron extrañarla más, y a su retorno ha logrado las victorias más importantes de su carrera deportiva. “Ser campeón de los Panamericanos es un sueño cumplido, que se hizo realidad con trabajo. Nada es casual. Soñamos con ser los mejores y lo estamos logrando”, dijo.
Tiene 10 meses para lograr el cupo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. No está lejos en marcas, porque tiene victorias destacadas como el segundo lugar en el Mundial realizado en México, en el 2015.
Además, posee el récord nacional en los 1 500 metros en piscina, una prueba en la que era especialista hasta el 2012, cuando decidió cambiar de competencia e incursionó en las aguas abiertas.
Es callado, pero sus amigos y hermanos siempre cuentan que le gusta ir al cine como pasatiempo y hacer bromas y actos de magia.Aún no es padre, pero cuando lo sea, quiere que sus hijos se dediquen al deporte de la natación, para contarles los secretos de la piscina.
Este título permitió a Ecuador sumar la cuarta medalla de oro en los Panamericanos de Lima 2019 y escalar tres puesto en el tablero general de presas. El equipo nacional ya está en el Top 10 continental.