Los equipos de la Serie A negocian su marca para la apertura de escuelas en la ciudad. En Quito funcionan 57 escuelas de tres clubes de primera categoría. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
Parques, canchas sintéticas y cuarteles acogen a las 25 escuelas de fútbol de El Nacional. Desde el 2002, los puros criollos empezaron con un proyecto de tinte social que derivó en un negocio rentable.
Actualmente, cerca de 3 000 niños y jóvenes aprenden y perfeccionan su estilo de juego bajo la tutela de varias exfiguras que se destacaron en los años 70-80 en El Nacional.
“Este es uno de los puntos más atractivos de las escuelas y que llaman la atención de los padres de familia. Sus hijos aprenden con excampeones”, reconoce Telmo Mora, director general de las escuelas de fútbol del ‘Bi-tri’.
Fausto Correa es una de las exglorias que trabaja para el club. Hace seis años empezó en la escuela del cuartel de Epiclachima, en el sur, donde recibe todos los días a 220 alumnos de entre 6 y 12 años.
El Nacional administra y supervisa las 25 escuelas del país. Incluso se creó el departamento de metodología para estandarizar los procesos de enseñanza y la utilización de material didáctico.
Por su origen militar, cuenta con el personal suficiente y la infraestructura para llevar a cabo el proyecto. “Facilita mucho el hecho que existen cuarteles en todo el país y en cada uno hay canchas de fútbol”, reveló el directivo criollo.
La idea es que las escuelas crezcan por autogestión. Cada academia cobra una matrícula y una mensualidad. De este rubro se reinvierte el 80% de los ingresos y el 20% va al club. En Liga de Quito también empezó un proyecto similar al de los puros criollos, pero con otro modelo de gestión.
Miguel Coronel, director de las escuelas de la ‘U’, explica que la dirigencia del club empezará este año a vender franquicias en todo el país.
El objetivo es abrir 30 escuelas, en dos años para encontrar talentos y nueva hinchada. Actualmente funcionan 20 escuelas, de las cuales dos ya se han acogido al modelo de franquicia.
“El franquiciado paga un monto al año y Liga entrega un manual de procedimientos. Además, los dueños de la escuela deben garantizar el cumplimiento de los estándares que pone el club”, confesó Coronel.
En el Colegio Benalcázar se entrenan 200 niños, entre los 4 y 16 años bajo la tutela de Edwin Lamiña, el primer franquiciado de los albos.
“Es una responsabilidad tratar de cumplir todas las expectativas de los chicos y los padres. Tratamos de no caer en situaciones en las que se vea perjudicado el nombre de Liga”, dijo Lamiña.
El plan de la ‘U’ es que estas escuelas también sean autosustentables. Por este motivo los uniformes tendrán espacios para marcas que quieran invertir en los nuevos talentos. Además, servirá de semillero para las formativos.
En Independiente del Valle funciona el mismo modelo de franquicias. Desde el 2009, cuando el equipo ascendió a la Serie A, nació la primera escuela. Desde hace dos años la dirigencia apostó a este negocio y le ha dado resultado.
“Los jóvenes reconocen la marca y es atractiva por el objetivo del club”, aseguró Francisco Quiñónez, director de las escuelas.
En Independiente, el pago por el uso de la marca es mensual. De los ingresos de cada escuela, el club recibe el 30%. Para los ‘Rayados’, el objetivo no es encontrar talentos, sino que funcione a nivel recreativo y genere hinchada.
En Emelec, la dirigencia firmó un acuerdo con Gustavo Montijano. Él tiene el derecho de la marca de las seis escuelas de Guayaquil, Milagro y la Troncal. El club recibe el 50% de los ingresos mensuales. El proyecto empezó en mayo y desde entonces ya suma 890 alumnos. También se busca abrir escuelas en la Sierra.