Jorge Célico: ‘Lo más importante fue reconciliar a la Selección con la hinchada’

Jorge Célico, director técnico argentino. En el 2017 fue contratado por la Ecuafútbol. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Jorge Célico, director técnico argentino. En el 2017 fue contratado por la Ecuafútbol. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Jorge Célico, director técnico argentino. En el 2017 fue contratado por la Ecuafútbol. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO

Jorge Fortunato Célico nació el 13 de septiembre de 1964 en Buenos Aires, Argentina. Fue jugador de fútbol y es entrenador desde el 2002. En su país dirigió a Huracán. Llegó a Ecuador en el 2009 para coordinar las divisiones juveniles de El Nacional. Luego dirigió a U. Católica (2010-2017). En el 2017 fue contratado por la Ecuafútbol. En febrero ganó el Sudamericano Sub 20 y luego fue tercero en el Mundial de Polonia.

Ganó el oro sudamericano, fue tercero en el Mundial y en el encargo de la Selección mayor la gente coreó su apellido en Cuenca. ¿Es su mejor año del fútbol?

Tengo un agradecimiento enorme. La gente me agradece, está feliz y me dicen que los triunfos de la Selección devolvieron la autoestima al país. Esas son cosas que solo el fútbol genera. Ha sido un muy buen año para las selecciones juveniles del país y se puede marcar un antes y un después.

La gente se reconcilió con la Selección tras los últimos escándalos.
Más que los títulos, lo importante fue reconciliar a la Selección con la hinchada, hubo una simbiosis entre el equipo y la gente. Cambió mucho la actitud de los muchachos: acercándose a firmar autógrafos, a tomarse fotos, a dar entrevistas. Estas son cosas sencillas, pero que antes se habían perdido.

¿Ayuda que sean jóvenes los convocados?
Absolutamente, porque puedes generar un esquema de trabajo. Los futbolistas deben entender por quién juegan, no tener poses con su gente.

Es la segunda vez que le encargan la Tri. ¿Lo asumió como una revancha por lo sucedido la primera vez, en donde hubo jugadores sancionados por abandonar la concentración?

No, no lo tomé como una revancha. Aquella vez fue una situación laboral importante para mí y no podía negarme. Esta vez era un cambio generacional importante con un riesgo: ¿qué pasaba si Perú nos goleaba? Esa preocupación era más por la gente que por mí, porque yo confiaba plenamente en lo que podían hacer los jugadores. Fue una oportunidad para hacer visible el trabajo de dos años con los juveniles.

Sigamos con la indisciplina. ¿Cómo se deben manejar a futuro casos como los del piso 17 (jugadores bebiendo cerveza en un hotel de concentración) ?
Hay que entender algo: no hay imprescindibles en la Selección. El tema de los imprescindibles es complicado porque se cree que hay un jugador que puede hacer lo que los demás no pueden. Como entrenadores, cuando decimos que alguien es fundamental estamos despreciando al resto de jugadores. Representar a la Selección es lo más importante. Tu camiseta es una bandera. Las medidas deben ser drásticas en ese sentido.

Pero usted permitió que los jugadores indisciplinados actuaran en aquel partido contra Argentina.
Hay que poner el contexto. Los jugadores escaparon cuando yo dormía. Al otro día cuando me entero, yo los borro de la Selección. Los saqué de la práctica de fútbol. Entonces, el presidente Villacís (Carlos) me hace ver una cosa: estábamos por jugar el partido con más morbo de la historia: sacar a cinco, más dos expulsados que teníamos, más Pedro Pablo Velasco que amaneció con temperatura. Eran ocho jugadores menos en un juego que estaba viéndolo todo el mundo. Él no me impuso: me dijo Jorge estamos en los ojos de todos. Él habló con los jugadores, en una reunión en la que no participé. Les dijo que por pedido de él podrían jugar. Queríamos evitar exponer a la Federación.

Antonio Valencia volvió a Ecuador y ahora es un imán de tarjetas y recibe críticas. ¿Cuál es su visión sobre su situación?
A Antonio le está costando readaptarse al fútbol ecuatoriano. Él se vio involucrado en algo en lo que no quería estar seguramente y creo que eso también le afectó. Hay que cuidar a Antonio porque es un emblema de nuestro país. Ojalá que todo cambie, independientemente de que vuelva o no a la Selección.

¿Los jugadores del ‘Piso 17’ deben volver al equipo?
No hay gente imprescindible, sí importante. Tenemos una gran generación de jugadores. Ahora, creo que también no estaría por demás una disculpa o un decir: ‘la embarré, me equivoqué’ y no mentir y decir: ‘no hubo alcohol o tal cosa’. Nadie deja de equivocarse en la vida, pero hay que decirlo, no esconderlo.

¿Qué tiene que pasar en el futuro con los campeones sudamericanos?, ¿deben acompañarlos jugadores de experiencia?
Hay que sostener esta base y acompañarlos de gente de experiencia. Será importante creer en el proyecto, en el proceso para apuntalar a estos jóvenes. Cuando crees en un proyecto fijas el horizonte, aunque existan vaivenes y altibajos. Habrá momentos buenos y malos.

¿Qué tipo de seleccionador necesita Ecuador?
Necesita una persona que trabaje 24 horas al día, que esté intercambiando ideas con entrenadores y preparadores físicos del país. Que haga seguimientos a los seleccionados. Que se involucre absolutamente.

Su siguiente reto son los Juegos Olímpicos. Ecuador nunca fue a ninguno. ¿Cómo va a prepararse?
Lo primero que esperamos es la colaboración de los clubes facilitándonos a los jugadores. Haremos microciclos en diciembre y en enero la competencia. A veces el ecuatoriano no cree en sus opciones. Yo creo que tenemos equipo para ir a los Juegos Olímpicos y pelear por el oro. ¿Por qué no?

Suplementos digitales