Antonio Mavisoy, funcionario de la Concentración Deportiva de Pichincha, realiza una inspección de la cancha del estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Mauricio Bayas/ EL COMERCIO
Hay algunas razones para que la cancha del estadio Olímpico Atahualpa haya acumulado tanta agua en el partido de eliminatorias entre Ecuador y Bolivia el martes 13 de octubre.
Jaime Morales, encargado del escenario de El Batán, dice que el principal motivo es porque la capa de enraizamiento se compactó y eso se puede detectar solo cuando el agua se acumula.
“Influyó el factor climático porque salimos de un verano. El sistema de drenaje de la cancha está en buenas condiciones. La capa de enraizamiento se compactó y eso no permitió el drenaje del agua”, detalló Morales. Este miércoles 14 de octubre la cancha lució impecable y sin lastimados en las zonas donde se acumuló el agua.
También hubo otras razones. Por ejemplo, el aguacero que cayó por más de una hora. Además, por pedido del cuerpo técnico de la Selección de Ecuador, horas antes del partido se regó agua en el gramado dos veces. La primera fue a las 08:00 y la segunda pasada las 13:00. La idea era tener una cancha rápida para jugar con velocidad ante los bolivianos. Lo que no estaba en los planes de nadie era que minutos antes del partido cayera el fuerte aguacero.
Morales pidió a uno de los árbitros retrasar el inicio del partido unos 10 minutos para clavar las barras, hacer los agujeros y ayudar al drenaje de la cancha. Sin embargo, esto no fue posible porque la hora de inicio del partido era las 16:00.
Los seis funcionarios de Concentración Deportiva de Pichincha que hicieron los agujeros en el entretiempo del partido revisaron la cancha y está en buenas condiciones.