Mónica Crespo Bustamante
Quito, 36 años
Es catedrática de deportes en la Universidad San Francisco de Quito. Es deportista aventura especializada en trail y corre maratones nacionales e internacionales.
Ser mujer siempre ha sido un reto, es un camino lleno de subidas y bajadas. De pequeña relacionaba el ser mujer con tareas de la casa y no con mucho deporte. Me parece espectacular esta combinación de belleza y del deporte.
Mi padre me incentivó a practicar atletismo, vóley y fútbol. Ahora me dedico al deporte aventura y corro maratones. Soy buena para trail y bicicleta, pero aún fallo en el rafting y la navegación. Para este 2015 correré el medio Iron Man y me iré al Mundial de XTerra en Maui. Agradezco el apoyo no solo de mi esposo (Gonzalo Calisto), sino de mis hijos. La pasión nos mueve en familia y es nuestro estilo de vida por más de 15 años.
Encontrar el punto de equilibrio entre el deporte y la familia es complicado. Cuando me embaracé, rompí el estereotipo de que perdería la figura, por eso digo que no existe cuerpo imposible, sino mente incapaz. Luego de tener a primer hijo regresé a entrenar a los tres meses y sentí frustración, porque recordaba mis tiempos y actividades antes de embarazarme. A veces lloraba. Con mi segundo y tercer hijo comprendí que todo es un proceso, y que el tiempo de mi familia es algo que no estoy dispuesta a sacrificar.
Gané el Huairasinchi 2010 con el equipo de la USFQ, y quedó demostrado que el ser mujer no es ser débil, sino tener fortalezas en otros aspectos que complementan en el sexo masculino. La mujer maneja bien el tema del dolor, eso nos hace más tolerantes a cualquier exposición de frío o dolor.
El deporte aventura es el deporte más masculino. Hay equipos que me minimizan porque soy una mujer muy fitness, la gente dice que mi físico e imagen no tienen la agresividad para este deporte. Incluso a veces me molestan que soy la ‘barbie’ del deporte aventura. Pero también me dicen que tengo la cabeza más fuerte que han conocido. Mi cualidad y defecto es que no sé cuándo parar, no me doy nunca por vencida.
Veo a la mujer como un camaleón. Hay mujeres que en la mañana están montadas en una bicicleta con su casco y llenas de lodo, pero en la noche están con su vestido y sus tacones. ¿En qué lugar no se adapta la mujer? Ahora ha conquistado el ser bella y femenina mientras hace deporte.
¿Por qué los uniformes de fútbol tienen que ser idénticos a los de los hombres, rectos sin forma, ni cortes, ni color? Hay comportamientos que te definen como mujer, puedes ser ruda al pelear un balón, pero femenina, eso no te define como una mala jugadora de fútbol.
Siempre fui diferente, eso ayudó para saber quiénes me quieren. Me decían ‘Mónico’, era flaquita y hacía deporte. Si me encuentro con mis amigas, les comento sobre mis carreras, les comparto de mis experiencias en el deporte.
Frase: “Rompí el estereotipo de que perdería la figura, por eso digo que no existe cuerpo imposible, sino mente incapaz”