Imagen referencial de Marlon Delgado durante un entrenamiento en el gimnasio de La Tola. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
El boxeo ecuatoriano, en los últimos tres años, perdió protagonismo a escala internacional. Los pugilistas competieron irregularmente por las pugnas dirigenciales. Únicamente representaron al país en certámenes del ciclo olímpico.
Segundo Chango, entrenador de seis preseleccionados nacionales, se lamenta por el momento crítico que experimentó este deporte. “En lugar de avanzar, ni siquiera nos mantuvimos, fuimos retrocediendo y eso nos afectó al nivel competitivo”.
En su criterio, no menos de seis boxeadores tienen posibilidades de clasificarse a los Juegos Olímpicos que se desarrollarán este año en Brasil. Sus alumnos son
Marlon Delgado, Carlos Mina, David Padilla, Abel Mina, Jonathan Valarezo y Carlos Chusin.
Los seis integran la preselección que se entrena en Portoviejo con miras al Preolímpico que será entre el 7 y 18 de marzo en Buenos Aires, Argentina. En ese grupo también están Carlos Quipo, Julio Castillo, Jean Carlos Mina, José Angulo, Miguel Ferrín, José Meza,
Miguel García.
Ellos y otros pugilistas del país fueron los afectados, en los últimos tres años, por la existencia de dos directivas en la Federación Ecuatoriana de Boxeo (FEB), presididas por Álex González y Patricio Calero. El primero siempre contó con el reconocimiento de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA).
Calero, quien fue electo el 29 de septiembre del 2012 con el aval del Ministerio del Deporte, no contó con el respaldo internacional. Para evitar más frustraciones, González inscribió a los pugilistas para que participaran en los
Juegos Bolivarianos, Sudamericanos y Panamericanos.
En otras competencias del exterior, los seleccionados compitieron con la bandera de la AIBA y no de Ecuador. Eso ocurrió, por ejemplo, en el Mundial de Catar, en octubre. Por ello, aún no hay boxeadores con cupo para los
Juegos Olímpicos 2016.
Desde el pasado 18 de noviembre, tras la elección de
Álex González como presidente de la FEB (con reconocimiento internacional y nacional), la normalidad retornó a esta disciplina. Ahora la meta es recuperar el espacio perdido. El dirigente reconoce que fue un triste episodio para el
boxeo ecuatoriano.
Con el objetivo de alcanzar los cupos olímpicos, la FEB estableció un plan de preparación y competencias. Del 16 al 30 de enero, una delegación de nueve pugilistas viajará a Bielorrusia. Allí habrá una base de entrenamientos para luego competir del 2 al 7 de febrero.
Posteriormente, el 8 de febrero, los boxeadores intervendrán en Bulgaria y permanecerán hasta el 22 del mismo mes. Para esa fecha está previsto el retorno a Ecuador para una serie de evaluaciones. El 1 de marzo viajarán a Buenos Aires, para una etapa de adaptación con miras al Preolímpico.
Los pugilistas están convencidos de que alcanzarán los cupos olímpicos. Es el caso de Marlon Delgado, quien en el Mundial de Catar se ubicó quinto. En un torneo de la AIBA Pro Boxing, compitió por Estados Unidos.
Con emoción, asegura que “ya podemos competir con nuestra bandera y así se normaliza todo”. El pugilista de 22 años asegura que sin los problemas dirigenciales el boxeo ecuatoriano ya tuviera algunos clasificados a los Juegos Olímpicos.
Según González, los boxeadores también tendrán posibilidades de sumar cupos olímpicos en los torneos internacionales que se cumplirán en Bulgaria y en Azerbaiyán, entre mayo y julio, en ese orden. La meta es recuperar el protagonismo en todas las categorías, incluso en damas.