¿Será el Tour de Francia la próxima cita deportiva en sufrir los efectos del coronavirus?

El colombiano Egan Bernal (izq.), del Equipo Ineos, viste el maillot amarillo de líder general durante la 21ª y última etapa de la 106ª edición de la carrera ciclista del Tour de Francia en 128 km entre Rambouillet y los Campos Elíseos en París, Francia,

El colombiano Egan Bernal (izq.), del Equipo Ineos, viste el maillot amarillo de líder general durante la 21ª y última etapa de la 106ª edición de la carrera ciclista del Tour de Francia en 128 km entre Rambouillet y los Campos Elíseos en París, Francia,

El colombiano Egan Bernal (izq.), del Equipo Ineos, viste el maillot amarillo de líder general durante la 21ª y última etapa de la 106ª edición de la carrera ciclista del Tour de Francia en el 2019. Foto: EFE

Tras el aplazamiento de la Eurocopa y de la Copa América de fútbol y de los Juegos Olímpicos, el Tour de Francia de ciclismo es la última gran cita del calendario deportivo que se mantiene en las fechas programadas, aunque la pandemia del nuevo coronavirus pone en duda el inicio de la carrera a menos de 100 días de la salida en Niza, programada para el 27 de junio del 2020.

¿Corre peligro la carrera?
La temporada ciclista está suspendida al menos hasta finales de abril, fecha fijada la semana pasada por la Unión Ciclista Internacional (UCI) , y no se disputará ninguna carrera del WorldTour, la élite del ciclismo, antes del 31 de mayo, primer día de la Dauphiné, carrera organizada por ASO, responsable del Tour de Francia, después de la suspensión del Giro de Italia, que iba a comenzar el 9 de mayo en Hungría y que fue uno de los primeros eventos deportivos en caer por la pandemia del coronavirus.

ASO, de momento, guarda silencio: “Esperamos que la situación, evidentemente en primer lugar por el bien del país, se solucionará antes”, se limitó a decir el director del Tour Christian Prudhomme, la semana pasada, insistiendo que aún quedaban tres meses para el inicio de la carrera.

Fuentes concordantes consultadas por la AFP , la organización habría sondeado a sus patrocinadores la posibilidad de llevar a cabo una carrera con restricciones de público y de la caravana publicitaria.

“Estamos en relación en ASO” , admitió la ministra de Deportes Roxana Maracineanu el pasado lunes en los micros de France Inter, subrayando “la importancia capital” del evento. Desde su creación en 1903, el Tour se ha convertido en un fenómeno social, además de deportivo, y sólo dejó de celebrarse coincidiendo con las dos guerras mundiales.

¿Quién decide?
Aunque el Tour de Francia es una propiedad privada, su naturaleza - 21 días de carrera-, su dimensión - entre 10 y 12 millones de personas en las carreteras- y su importancia -es la mayor carrera del calendario anual ciclista-, hacen que la prueba dependa de los servicios del Estado. Lo ejemplifica una cifra: unos 29.000 policías, gendarmes y bomberos son movilizados en un momento u otro de la carrera para garantizar su seguridad.

A partir de Nicolas Sarkozy, los diferentes presidentes de la República Francesa han acudido regularmente a la carrera para seguirla en directo en alguna etapa. El pasado 20 de julio, Emmanuel Macron presenció en directo la llegada de los ciclistas a la cima del puerto del Tourmalet. Eso indica que ASO no podrá tomar una decisión sin contar con las más altas autoridades del Estado.

¿Cuál es la posición de los equipos?
“Si no hay Tour de Francia, todo el modelo del ciclismo podría desmoronarse” , admite el belga Patrick Lefevere, patrón del equipo Deceuninck, calificando de “ desastre total ” la hipótesis de una anulación. “El punto de anclaje de la temporada es el Tour”, confirma a la AFP Marc Madiot, a la cabeza del equipo Groupama-FDJ y presidente de la Liga Nacional de Ciclismo francés.

Los diferentes responsables de los equipos contactados por la AFP coinciden en esta línea. “Hace falta que haya un Tour de Francia. Después, será el estado sanitario el que determinará (su viabilidad)”, asegura Madiot, que deja en un segundo plano la supuesta desigualdad a nivel deportivo. “Todo el mundo no estará en el mismo nivel de preparación, pero la situación es extremadamente variable, de un país a otro, de un día a otro”.

“Hace falta que los eventos se celebren, incluso aunque no esté garantizada la igualdad deportiva”, incide el patrón de Cofidis Cédric Vasseur, dispuesto a un aplazamiento de la carrera. “A día de hoy es prematuro, pero ¿por qué no aplazarlo si la situación sanitaria lo demanda? ¿Por qué no en el mes de agosto?”. En esta hipótesis, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 anunciado este martes, libera fechas en el calendario internacional.

¿Qué piensan los ciclistas?
“Me preocuparía porque si se anula, lo que quiere decir es que la pandemia se ha agravado”, respondió a la televisión pública francesa Thibaut Pinot, uno de los favoritos al podio en París. Otro ciclista francés, Julian Alaphilippe, tampoco quiere pensar en una eventual cancelación: “ No tengo ganas de imaginar un año sin Tour de Francia, sería terrible para el ciclismo ” .

“La bicicleta en estos momentos no tiene importancia”, insiste no obstante Pinot. “Hay cosas más importantes que saber si el Tour va a ser aplazado o anulado”. Romain Bardet tiene la misma opinión que su compatriota, aunque no pierde la “esperanza de encontrar una salida a la crisis de aquí al Tour”.

“Me parece complicado pensar que el Tour pueda celebrarse con normalidad”, estimó este martes Bardet, otra de las estrellas del pelotón galo. “En términos de presencia física y de espectadores en las carreteras, me cuesta imaginar un Tour de Francia-2020 idéntico a lo que se vivió el año pasado".

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