Michael Arroyo, del Barcelona, durante el último cotejo ante Emelec. Foto: API
Michael Arroyo irrespetó el protocolo de recolección de muestras para los exámenes antidopaje, en el último Clásico del Astillero, por lo que la Comisión Disciplinaria de la FEF decidió revisar el tema.
El futbolista incumplió con su comparecencia regular, tras salir sorteado para las pruebas, lo que generó entredichos en el proceso que lleva la FEF. El atacante de Barcelona abandonó el estadio, según la versión del club, debido a una lesión.
A los 75 minutos del partido, se realizó el sorteo en el que se escogió al atacante. Este es el proceso regular que se cumple en las competiciones avaladas por la FIFA, y cuenta con la presencia del delegado de la Ecuafútbol y los médicos de los clubes. Se designa a cuatro futbolistas, un titular y un suplente de cada equipo.
Apenas terminó el Clásico, Arroyo fue trasladado a una clínica privada, donde se completó el proceso de recolección de la muestra. El médico Luis Plúa fue el oficial de la FEF y registró la irregularidad en un informe, que se revisaría la tarde de ayer en la Comisión Disciplinaria.
Durante el 2018 las pruebas se realizan, generalmente, en dos partidos de la Serie A y uno de la B. Esto difiere con los procesos que se realizan en torneos de la Conmebol, como la Copa Libertadores y la Sudamericana, en los que se hacen exámenes en todos los juegos.
La Ecuafútbol envió, durante este año, un aproximado de 450 muestras de orina al Instituto de Medicina Deportiva de La Habana, en Cuba, para que se realicen los exámenes. Anteriormente se enviaban a Colombia o Chile, países que también cuentan con laboratorios aprobados por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA o WADA, por sus siglas en inglés).
En el país solo se realizan controles en dos partidos, que contrastan con otras ligas donde se hacen en todos los juegos. “Generalmente son dos partidos de la A, aunque hubo ocasiones en las que escogimos tres. Por ejemplo, lo hicimos al final de la primera etapa debido a la importancia de los juegos”, admite Boris Zambrano, principal de la Unidad de Antidopaje de la Comisión Médica de la FEF.
Las muestras se envían cada 15 días, a través de encomiendas en las aerolíneas Copa o Tame. Los encargados de la Comisión Médica deben, además, gestionar una certificación del Ministerio de Salud Pública que establezca que las muestras no constituyen un riesgo infeccioso humano o animal.
Además de Zambrano, en el país hay ocho médicos oficiales de dopaje, radicados en Guayaquil, Quito, Cuenca, Ambato y Quevedo. Todos cumplen el mismo procedimiento: A 15 minutos del final de los partidos sortean a los jugadores y posteriormente toman las muestras en las zonas adecuadas en los estadios.
Para que el proceso sea poco invasivo, se instala un espejo en los urinarios para que el oficial constate que los jugadores depositen las muestras, sin tener que mirar directamente sus genitales. Así mismo, se prohíbe el uso de diuréticos, solo se permite el consumo de agua o hidratantes.
Zambrano cuenta que a inicios de este año adquirieron un congelador panorámico para almacenar las muestras de orina, previo a ser enviadas. Este mantiene los recipientes a una temperatura de entre 2 y 10 grados centígrados.
El congelador está en un cuarto dentro del departamento de la Comisión Médica, en el edificio de la Ecuafútbol, en Guayaquil. La oficina se encuentra en el primer piso del inmueble, frente a la Comisión Disciplinaria; en su puerta hay un aviso que prohíbe el ingreso a las personas no autorizadas.
Rómulo Aguilar, principal de la comitiva, es el único que autoriza el ingreso a la zona de almacenamiento. Este Diario gestionó el permiso para constatar el estado de las instalaciones, pero este fue negado.
Durante la semana, quien custodia las muestras es la secretaria de la comisión, Íngrid Sarmiento. Ella mantiene comunicación con Aguilar, que reside en Cuenca.
Zambrano cuenta que el almacenamiento de las muestras no representa un riesgo.
Los clubes son los encargados de costear los gastos que se generan. Hasta el año pasado la FEF financiaba el 50% de las mismas. Las cuatro pruebas tienen un costo de USD 980, que incluye el valor del examen, los honorarios del médico, traslados y los kits.