El ruso Khabib Nurmagomedov (izq.) durante el combate ante Conor McGregor (der.) por el título del peso ligero de UFC en la T-Mobile Arena el 6 de octubre del 2018. Foto: Harry How/ AFP
El peleador ruso Khabib Nurmagomedov superó de inicio a fin al irlandés Conor McGregor en la pelea por el título del mundo del peso ligero de la Ultimate Fighting Championship (UFC) que lamentablemente finalizó con una batalla campal.
El vencedor dominó en la pelea en pie como en el piso, lo que provocó la rendición de McGregor en el cuarto asalto tras ser sometido con una llave por el cuello.
‘The Notorious’ publicó, el 8 de octubre del 2018, su primera fotografía tras la derrota. En esta se lo observa tranquilo y con el ojo izquierdo morado. “Perdimos la pelea, pero ganamos la batalla. La guerra continúa”, escribió el afamado luchador con más de 28 millones de seguidores en Instagram. Ahora su récord profesional es de 21 victorias y cuatro derrotas en las artes marciales mixtas.
‘The Eagle’, a su vez, pidió disculpas a la Comisión Atlética de Nevada y a Las Vegas, donde se realizó el combate, por su actitud. Él dijo que esa no fue su mejor versión, pero justificó lo que hizo porque en los días previos a la pelea sintió que su rival insultó a su familia, a su país y a su religión. Nurmagomedov, el campeón invicto con un récord de 27 triunfos, es un devoto musulmán.
Después del triunfo, la noche del 6 de octubre del 2018, el campeón Nurmagomedov perdió los estribos y se empezó a pelear con la esquina del retador al punto que se subió por la malla y se lanzó contra los colaboradores del irlandés en el graderío. Entonces se armó una batalla campal que debió ser controlada por uniformados de la policía y guardias privados en el coliseo. Incluso McGregor, tras la aplastante derrota, recibió otros golpes dentro del octágono por parte de integrantes del equipo del ruso.
Una vez controlada la penosa situación, el campeón dejó el escenario con resguardo policial y se esperan sanciones para él y su equipo.
¿Será que hay una revancha? Algunos opinan que una segunda pelea podría generar enormes ingresos para ambos y para la empresa UFC. Sin embargo, la superioridad del ruso fue tan amplia que para otros expertos no hay razones para una revancha.
El campeón ligero de UFC Khabib Nurmagomedov con sus cinturón en Majachkalá, capital de Daguestán, en Rusia. el 8 de octubre del 2018. Foto: Vasily Maximov / AFP