Los clubes de se entrenan para una maratón de juegos hasta diciembre

Un entrenamiento de Independiente del Valle en el Centro de Alto Rendimiento en Chillo Jijón, previo al reinicio del campeonato ecuatoriano de Fútbol. Foto: cortesía de Independiente del Valle

Un entrenamiento de Independiente del Valle en el Centro de Alto Rendimiento en Chillo Jijón, previo al reinicio del campeonato ecuatoriano de Fútbol. Foto: cortesía de Independiente del Valle

Un entrenamiento de Independiente del Valle en el Centro de Alto Rendimiento en Chillo Jijón, previo al reinicio del campeonato ecuatoriano de Fútbol. Foto: cortesía de Independiente del Valle

Enemigo del vértigo y de las decisiones apresuradas, el técnico de Independiente, Miguel Ramírez, se confiesa un enamorado de los trabajos del día a día. Le gusta el entrenamiento y el contacto con sus jugadores. El DT está enfocado en sus labores cotidianas e intentó que la ansiedad no lo consumiese respecto del retorno al campeonato nacional.

Por ello, durante las últimas semanas, el DT se dedicó exclusivamente a que sus jugadores recuperasen el ‘timing’ con la pelota, perdido luego de tres meses de desentrenamiento por la pandemia del covid-19.

Ahora, ya trabaja con un norte más o menos claro. Volverá a jugar el torneo local, desde el 15 de agosto de 2020, y la Libertadores, en septiembre.

Según Ramírez, varias de las medidas que se han tomado ante el efecto de la pandemia tienen poco que ver con el juego y más con la salud y la prevención: por ejemplo, las prácticas en grupos reducidos ordenadas luego de la cuarentena o la disposición de la International Board de que se realicen cinco cambios en los partidos, en lugar de los tres contemplados originalmente en el reglamento.

“Todas las medidas que se tomen como precaución para prevenir la salud de los jugadores son bienvenidas, como el hecho de que podamos hacer más cambios. Puede ser una buena iniciativa, pero otra cosa es ver el paradigma del juego. Habrá que ver si nos beneficia o perjudica para nuestro estilo de juego”, apunta el entrenador, campeón de la Copa Sudamericana.


Los clubes ecuatorianos se alistan para un reto titánico: cuando vuelva el torneo deberán jugar cada 48 horas para terminar el certamen en la tercera semana de diciembre.

Se agregarán los partidos de la Copa Libertadores y la Suda­mericana, competencias internacionales que se reanudarán desde septiembre.

El Campeonato se paralizó al inicio de la quinta fecha, el 13 de marzo, por el avance incontrolable de la pandemia del covid-19. Solo se disputó un partido de esa jornada: el duelo entre Mushuc Runa y Técnico Universitario. Restan por jugarse 208 encuentros.

El retorno del fútbol, luego de cuatro meses, se producirá tras un intenso cabildeo de las autoridades de la LigaPro en el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, la máxima autoridad sanitaria, y la realización de dos protocolos, (de retorno a los entrenamientos y el manual de retorno a los partidos).

“En los protocolos se privilegió la salud de los deportistas y de los actores del fútbol”, recuerda Eulogio Vera, director de Salud de LigaPro.

Pese al anuncio de últimos contagios (tres futbolistas de la Católica dieron positivo y fueron aislados en las últimas semanas), las autoridades de la LigaPro sostienen que los clubes obraron con responsabilidad, conscientes de la urgente necesidad de volver y lograr salvar una industria que registra pérdidas de USD 70 millones, hasta la fecha.

El retorno a la actividad implica una exigente prueba física y de rendimiento, según el entrenador de Aucas, Darío Tempesta. “La cuestión física será fundamental. El equipo que logre sostener por más tiempo una alineación base, sin lesiones, sin suspensiones y sin contagios, podrá marcar la diferencia”, aseguró el DT.

En el elenco expetrolero, las charlas han sido continuas, sobre todo para evitar contagios. El cuerpo técnico remarca a sus futbolistas la importancia de cumplir una rutina de ir de la casa al trabajo y viceversa.

“Nosotros sabemos que hay muchos casos en Quito y que debemos cuidarnos. Hay que ser responsables, porque una mala acción puede perjudicar al equipo”, sostiene el volante Johnny Quiñónez.

En Liga de Quito sostienen que la rotación de futbolistas será fundamental para soportar el trajín de los partidos. Antes del inicio de la temporada, el entrenador Pablo Repetto buscó contar al menos con dos especialistas por posición en el campo de juego.

Únicamente la partida de Antonio Valencia les generó problemas, pues la plantilla carecía de otro futbolista capaz de organizar el juego desde el fondo de la cancha.

Además de la rotación, la preparación física es fundamental en esta etapa precompetitiva, según el chileno Marcelo Cabezas, encargado del área en el club albo. “Hemos ido progresando. Nos habría venido bien jugar unos amistosos, pero estamos seguros que volveremos con fuerza”.

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