Los grandes fabricantes mundiales ya prueban vehículos sin conductor.
Los numerosos avances recientemente presentados en el campo de la conducción autónoma dan cuenta de la importancia que la industria automovilística mundial le ha conferido al tema. La automoción se alista para la mayor revolución de los últimos 100 años, sin tener una clara idea de las implicaciones de aquello.
Hace pocos días se supo que Uber, una controvertida compañía estadounidense que revolucionó el transporte en taxis mediante una aplicación móvil y el uso de vehículos particulares, tiene en la ciudad de Pittsburgh un vehículo de pruebas que ya circula sin conductor.
Según declaró Uber al periódico Pittsburgh Business Times, que detectó el vehículo en la urbe, “el automóvil explora los campos de mapas, seguridad y sistemas autónomos”. Y aunque Uber negó que el vehículo opere sin conductor, hace tiempo expresó su interés en desarrollar autos de ese tipo.
La compañía estadounidense Uber ya experimenta con taxis que no requieren conductor.
Es que el mayor costo operacional de Uber son sus conductores: 140 000 en todo el mundo, por lo que la perspectiva de una flota de vehículos autónomos supone un gran incentivo económico para la empresa fundada en el 2009 y que empezó a prestar servicios en San Francisco un año después.
Un razonamiento similar motiva las pruebas que la empresa alemana Daimler Trucks está realizando en Nevada (EE.UU.) a través de su subsidiaria Freightliner.
Pero para no enemistarse con el gremio de los transportistas, uno de los mayores sectores económicos de Estados Unidos, que emplea a unos 8,7 millones de personas, Daimler ha recalcado que el camión experimental, llamado Inspiration, es un vehículo autónomo que requiere un conductor para supervisar la operación.
Por ello, el pasado 5 de mayo, cuando Nevada otorgó al Inspiration el permiso para operar en sus carreteras, Wolfgang Bernhard, miembro del Consejo de Administración de Daimler, argumentó que el vehículo “reducirá accidentes, el consumo de combustible, la congestión en las carreteras y el impacto en el medioambiente”.
La circulación del Inspiration enfrenta la oposición de los camioneros
El ímpetu de la conducción autónoma parece imparable en Estados Unidos, donde ya son cuatro los estados que permiten la circulación en sus carreteras de vehículos que no requieren conductor: Nevada, California, Florida y Michigan.
Las grandes compañías automovilísticas también están invirtiendo sumas considerables en la conducción autónoma o robotizada y están incorporando las nuevas tecnologías en vehículos que ya circulan por las calles del mundo.
Por ejemplo, Volvo, la marca sueca que para muchos es el paradigma en seguridad, acaba de presentar en Norteamérica la segunda generación de su todoterreno XC90 equipado con sistemas como el frenado automático en intersecciones o la detección de ciclistas y transeúntes.
Y la compañía, propiedad de la china Geely, se alista para poner en marcha en la ciudad sueca de Gotemburgo un programa piloto, con 100 vehículos XC90 de conducción autónoma. Los partidarios de ese tipo de movilidad señalan las ventajas económicas y de seguridad de un futuro sin conductores.
Volvo alista un programa piloto con 100 ejemplares autónomos de
la nueva generación de su todoterreno XC90 en Gotemburgo, Suecia.
Un informe divulgado a principios de este año y preparado por la Conferencia Empresarial de Canadá identificó un beneficio económico potencial de USD 65 000 millones anuales si entre el 2020 y el 2025 los vehículos autónomos circularan en las carreteras del país.
Según los autores del estudio, “los vehículos autónomos otorgarían tiempo libre a los conductores, reducirían los accidentes, minimizarían las congestiones y reducirían el consumo de combustible”.
Pero recientemente, un informe de la compañía financiera Barclays dijo que la popularización de vehículos autónomos reduciría en un 40% las ventas de autos en EE.UU. porque las familias que ahora poseen dos o más vehículos pasarían a tener solo uno. El estudio indica que ello tendría consecuencias dramáticas para GM y Ford, principalmente.
Fuente: EFE