Boca Juniors celebra a rabiar su nuevo título, River llora una nueva frustración

El futbolista de Boca Juniors, Carlos Tevez, celebra con sus compañeros de equipo después de ganar el Torneo de la Superliga Argentina Primera División 2020 en el estadio La Bombonera, en Buenos Aires, el 7 de marzo de 2020. Foto: AFP

El futbolista de Boca Juniors, Carlos Tevez, celebra con sus compañeros de equipo después de ganar el Torneo de la Superliga Argentina Primera División 2020 en el estadio La Bombonera, en Buenos Aires, el 7 de marzo de 2020. Foto: AFP

El futbolista de Boca Juniors, Carlos Tevez, celebra con sus compañeros de equipo después de ganar el Torneo de la Superliga Argentina Primera División 2020 en el estadio La Bombonera, en Buenos Aires, el 7 de marzo de 2020. Foto: AFP

Boca Juniors dio a su multitudinaria hinchada una de las alegrías más grandes de los últimos tiempos al proclamarse este sábado campeón de la Superliga Argentina en la última jornada, sobrepasando en la clasificación a un River Plate que en cambio vivió una noche de rabia y frustración.

El Xeneize, ante una Bombonera colmada de hinchas ilusionados vestidos de azul y oro, batalló como lo dicta su raza y solo tras un zapatazo de Carlos Tevez gritó el gol que había contenido durante 76 minutos de un partido en el que se veía ansioso y con los nervios a flor de piel.

Es que el Gimnasia y Esgrima, el que dirige el ídolo boquense Diego Maradona, a quien se homenajeó con sentimiento antes del pitido inicial, fue un hueso duro de roer, se plantó con firmeza y dignidad e incluso tuvo la primera gran ocasión de gol del encuentro, que salvó el golero xeneize Esteban Andrada con una estirada de Copa Mundo.

Al otro lado de la geografía argentina, en Tucumán, River no podía ni con el Atlético de esa ciudad, ni con sus nervios, ni con los fantasmas del pasado, y tuvo que remar más de la cuenta para empatar el lance que perdía desde los 19 minutos con anotación de Javier Toledo.

Matías Suárez decretó la paridad a los 35 minutos y por momentos parecía que el alma volvería al cuerpo del conjunto Millonario, pero no fue así y en el segundo tiempo, con el tic-tac del reloj y el pitido final, parece más bien que se la hubiera llevado el diablo.

El que conquistó este sábado ha sido el primer título de Miguel Ángel Russo en su segunda etapa como entrenador de Boca Juniors y para él tiene un matiz muy especial tras sus opacas etapas en Alianza Lima y Cerro Porteño el año pasado, y por un cáncer que superó hace apenas dos, cuando dirigía al Millonarios colombiano.

Para Boca siempre será especial ser campeón en un mano a mano con su rival más enconado, River Plate, pero el título 34 en la liga argentina sabrá a gloria también porque hace solamente dos meses era un equipo que había perdido jerarquía, brillo y consistencia con Gustavo Alfaro, su anterior entrenador. River se quedó con una gran rabia porque perdió el título en la última fecha y porque su técnico, Marcelo Gallardo, tiene en la liga local su gran deuda pendiente, ya que no puede ganarla desde que asumió en el club, en 2014.

La clasificación de la Superliga dice que Boca sumó 48 puntos y River, 47. La historia dirá, seguramente, que la noche del 7 de marzo de 2020 la Bombonera vivió una fiesta sin paragón y que en Tucumán, el barrio bonaerense de Núñez y todos los rincones de Argentina y el mundo donde hay hinchas del Millonario, todo parecía un velorio.

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