La holandesa Kiki Bertens derrotó a Sara Errani en el Abierto francés de Roland Garros el 30 de septiembre del 2020. Al final, la vencedora dejó la cancha en una silla de ruedas por calambres en todo el cuerpo. Foto: AFP
La tenista N.8 del mundo, la holandesa Kiki Bertens, que derrotó a la italiana Sara Errani luego de tres horas de un reñido partido, tuvo que salir de la pista 14 de Roland Garros en silla de ruedas, con el cuerpo paralizado por los calambres, este miércoles 30 de septiembre del 2020 en segunda ronda del torneo parisino.
Muslos, brazos, e incluso dedos: todo el cuerpo de Bertens parecía sufrir, durante el partido o sentada en su silla entre juegos.
El resultado final, de 7-6 (7/5) , 3-6, 9-7, da muestra de lo duro que resultó el partido para ambas tenistas.
Ni la intervención de los servicios médicos ni los masajes parecieron aliviar sus molestias. Así que la holandesa terminó por abandonar la pista en silla de ruedas no sin antes proferir un último grito de dolor.
Si se recupera a tiempo, se medirá con la checa Katerina Siniakova por un puesto en octavos de final.
Horas después de su partido, la quinta cabeza de serie iba “mucho mejor”. “No sé lo que tenía exactamente”, explicó después de someterse a 45 minutos de cuidados.
“No me sentía bien, tenía calambres como todo el mundo pudo ver, pero era extraño porque no me sentía cansada y aunque sudaba mucho tenía frío”, contó la holandesa.
Pero su rival italiana no vio sus problemas físicos bajo el mismo prisma. “Durante los puntos ella no tenía ningún problema, solo era entre un punto y otro”, afirmó la italiana, reprochando a su rival exagerar sus molestias.
“En un momento estaba lesionada y en otro corría como un conejo”, añadió la finalista de la edición 2012.
Kiki Bertens pidió una silla de ruedas para dejar la cancha en el Roland Garros, mientras se quejaba de dolores por calambres en todo su cuerpo. Foto de la cuenta Twitter @fermurciego